Tras el pregón, una representación de la asociación cultural Rivas Flamenco, creada el año pasado en la localidad madrileña de Rivas Vaciamadrid, quiso sumarse a nuestras celebraciones con un espectáculo musical y de baile. La asociación está formada por amantes del “jondo” en todas sus declinaciones y con su trabajo quieren contribuir a la difusión de un arte que es, por derecho propio, Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
Tientos, jaleos, tangos, guajira, alegrías, sevillanas y bulerías, tejieron una muestra flamenca al compás de la guitarra, el cante, los cajones y las palmas de unas mujeres y hombres apasionados por esa “otra manera de medir”, como dijo el maestro Enrique Morente. Rematando con una fusión de la gaita sanabresa con percusión de tres cajones flamencos. La actuación se convirtió asimismo en casi un homenaje cariñoso a la socia Concha Álvarez Fernández, ya que su nieta abanderó el baile.
Para terminar la velada se degustaron las tradicionales sopas de ajo y un jabalí donado por el coto Valle de Vidriales. Las fiestas se cerraron con un arroz a la zamorana y misa en la que cantará la Coral Peña Tajada.
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