Más allá de las inundaciones y de las riadas, las fuertes precipitaciones que han caído en los diez primeros días del año, especialmente durante el último fin de semana, han favorecido el aumento del caudal de los ríos, principalmente el del Duero, que ya roza los 500 metros cúbicos por segundo a su paso por Zamora, un dato importante si se tiene en cuenta que hace unas semanas ni siquiera alcanzaba los cien.
La crecida, que aún no ha llegado a su punto álgido, está lejos de generar problemas, aunque sí implica que el río fluya con más agua de la habitual y que mantenga anegadas zonas como la parte del paseo que discurre por debajo del Puente de Piedra. Los usuarios habituales que caminan, corren y van en bicicleta por la zona regresaban este lunes a sus actividades habituales, aunque con la salvedad de tener que salir y entrar de nuevo al camino para salvar ese escollo acuático.
En cuanto a los embalses, las precipitaciones han favorecido el aumento del nivel de los pantanos de la provincia. Algunos de ellos, los de mayor capacidad, se habían mantenido en valores cercanos al 50% durante el final del otoño y ahora ven cómo sus cauces se llenan a medida que avanzan las horas.
Es el caso, por ejemplo, del embalse del Esla, que supera un 70% de su capacidad y se acerca a los 900 hectómetros cúbicos de agua acumulada. Algo similar sucede con el de Almendra, que ya supera los 2.000 hectómetros cúbicos y roza el 80% de sus posibilidades, tras unas semanas de preocupante sequía. Castro, Valparaíso y Villalcampo se mantienen cerca del 95%, mientras que Cernadilla y Agavanzal avanzan hasta el 85% y el 78% respectivamente.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios