Siete científicos del grupo de investigación en Ingeniería y Gestión del Agua (IGA) y del Centro de Investigación y Desarrollo Tecnológico del Agua (CIDTA), ambos de la Universidad de Salamanca, lideran un consorcio internacional para investigar en la mejora de la calidad del agua en zonas rurales. El proyecto, bajo el nombre GestEAUr, se desarrollará hasta el año 2026 y cuenta con una financiación de casi dos millones de euros a través de la convocatoria Interreg Sudoe, que gestiona fondos FEDER.
Según un comunicado remitido a Ical por la Usal, para solucionar el problema de las labores de depuración de agua, “muy costosas” para los municipios más pequeños, los investigadores proponen el uso de humedales artificiales como instrumentos de depuración, “lo que implica una tecnología low-cost y la adopción de decisiones basadas en la naturaleza”, en palabras de José Luis Molina, catedrático de Ingeniería Hidráulica e investigador principal del proyecto.
El objetivo del proyecto GestEAUr es “desarrollar una estrategia para mejorar la eficiencia y calidad del proceso de depuración del agua, y hacerlo en un contexto de cambio climático”. Para ello, prevén utilizar humedales artificiales en los que reproducir, “de manera controlada”, los procesos físicos, químicos y biológicos de eliminación de contaminantes que se desarrollan en los humedales naturales. Precisamente uno de estos últimos, las lagunas de La Moraña, en Ávila, son unos de los espacios en los que se desarrollará uno de los proyectos piloto para obtener soluciones coste-efectivas y sostenibles para potabilización, depuración y reutilización de agua en zonas rurales, según explicaron.
El equipo de investigación ha previsto cinco planes de acción para mejorar los servicios de provisión y tratamiento de agua, y los trabajos incluyen el desarrollo de una herramienta digital (SID AQUARURAL) diseñada para para optimizar y facilitar la gestión y planificación del agua, a través del desarrollo de un software que incorpora modelos de incertidumbre y aprendizaje automático.
Aplicación de los resultados
Los resultados del proyecto podrían aplicarse al conjunto de zonas rurales de España, Francia y Portugal, que aportan las entidades que forman parte del consorcio. Las zonas rurales de los tres países, según explicó Molina, “presentan retos comunes en relación con el ciclo integral del agua, entre ellos la escasez de recursos hídricos; el impacto de la actividad agropecuaria en la calidad del agua y la consecuente dificultad de compatibilizar el cumplimiento de la directiva europea; la continuidad de la actividad económica y la disponibilidad de agua potable; y la falta de eficiencia y rentabilidad en la gestión, que se complica con instalaciones a menudo obsoletas y pocos medios personales”.
En España, además de la Usal, participan como entidades consorciadas las confederaciones hidrográficas del Guadiana y del Tajo, la Fundación Tormes, el Centro Lagunas de la Moraña y los ayuntamientos de Monleras (Salamanca) y Tiñosillos (Ávila).
El equipo de investigación de la Usal se completa, junto a José Luis Molina, con Santiago Zazo y Fernando Espejo, ambos vinculados a la Escuela Politécnica Superior de Ávila, Carmen Patino en la Facultad de Medicina, Fernando Silla en la Facultad de Farmacia, Juan Carlos García Prieto y Teresa Diez.
El grupo cuenta, según detalló la Usal, con “una trayectoria consolidada en la investigación de los recursos hídricos”, como lo demuestra la creación en 2019 del grupo de investigación reconocido en Ingeniería y Gestión del Agua, el máster en Modelización de Sistemas Hídricos, aprobado en 2020, y el programa de doctorado (2022). Además de en GestEAUr, el grupo está trabajando en otros proyectos de investigación financiados por el Gobierno de España.
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