Cinco años del copago farmacéutico, de la indignación a la asimilación

El 1 de julio de 2012 comenzó a aplicarse el copago farmacéutico en España, una medida aprobada por el Gobierno para lograr un ahorro sanitario que ayudara a reducir el déficit público. En ese momento, esta medida generó incertidumbre entre los ciudadanos.

 Cinco años del copago farmacéutico, de la indignación a la asimilación
Cinco años del copago farmacéutico, de la indignación a la asimilación

La modalidad de pago que este sábado cumple cinco años en vigor, el copago farmacéutico, incorporaba criterios de progresividad en función del nivel de renta de los ciudadanos de forma que se suprimió la de algunos colectivos como los parados sin subsidio y se incrementó para otros en proporción a sus niveles de renta. 

Se estableció que las personas con rentas no contributivas, los parados de larga duración sin prestación, los perceptores de rentas de integración social, personas con discapacidad y afectados del síndrome tóxico, además de aquellos que sigan un tratamiento derivado de un accidente de trabajo o de una enfermedad profesional., no pagaran ningún porcentaje de los medicamentos.  

La adaptación a esta nueva modalidad supuso importantes cambios en la base de datos de tarjeta sanitaria, en la Historia Clínica electrónica, en el sistema de Información hospitalario así como otras en las aplicaciones que se utilizan para la gestión de las recetas dispensadas en las oficinas de farmacia.

Precisamente con este último gremio, los farmacéuticos, explican de primera mano cómo reaccionaron los ciudadanos ante el copago y cómo ha evolucionado en estos cinco años.  

El primer momento 

Cuando los clientes llegaron a las farmacias y se encontraron con el copago, en primer lugar vivieron la sorpresa, según el testimonio de los farmacéuticos salmantinos fue por el simple hecho de pagar. 

De la sorpresa se pasó a la expectación de no saber cuánto había que pagar y por ello se generaban muchas dudas que en algunos casos afectaban a los propios farmacéuticos. Algunos de los clientes, en estos primeros momentos de incertidumbre, dudaron de los responsables de la farmacia pensando que ese dinero que tenían que pagar lo habían establecido ellos. 

Esto se produjo porque los clientes acudían a la farmacia completamente desinformados y culpaban a los farmacéuticos, pero realmente, sólo han sido simples intermediarios y no correspondió a ellos la decisión de establecer el copago, pero reconocen que a algunos pacientes les costó entenderlo. 

La adaptación 

Desde las farmacias relatan que en la mayoría de los casos la adaptación fue sencilla, sobre todo para aquellos grupos de personas que no pagaban demasiado. El perfil más afectado fueron los pensionistas, que eran los que realmente no pagaban nunca y comenzaron a pagar un 10 % de la mediación.  

Además del motivo económico, este sector de la sociedad notó más el cambio porque tenían la costumbre de acudir con frecuencia a las farmacias a adquirir medicamentos cada vez que se los recetaban a pesar de tenerlos en su domicilio.

A día de hoy, la adaptación total es casi una realidad, pero durante estos cinco años de copago farmacéutico, los responsables de las farmacias han vivido situaciones curiosas. Por ejemplo, en algunos casos detectaron que había personas que prescindían de la medicación por el hecho del copago y que se tomaban un tiempo de reflexión, pero algunos de ellos no volvían nunca. 

Otra de las adaptaciones que vivieron los ciudadanos, fue pasar de un grupo a otro de la Seguridad Social, y en consecuencia pagar una cantidad diferente. Como anécdota relacionada con este asunto, los farmacéuticos cuentan que tuvieron problemas a la hora de pedir la tarjeta para conocer el tipo de copago, al pedírsela, algunos clientes les daban directamente la tarjeta de crédito. Los clientes entregaban directamente la de crédito para intentar pasar por una categoría de la Seguridad Social en la que tuvieran que aportar menor porcentaje para la compra de los medicamentos. 

No fueron solo los clientes los que se adaptaron, sino que supuso aumentar el trabajo de los farmacéuticos, ya que anteriormente con una simple receta podían hacerlo todo. Pero los farmacéuticos se vieron obligados a adaptarse, sobre todo con el sistema informático. 

Se cumplen cinco años del copago farmacéutico, una medida del Gobierno que no dejó indiferente a nadie y que por ahora, seguirá funcionando como hasta ahora pero con la población informada y acostumbrada completamente a pagar un porcentaje de los fármacos. 

¿Cómo funciona? Los porcentajes de pago

En las recetas que prescribe el médico hay un código de barras en la parte superior derecha que indica la categoría de pago, desde el 001 hasta el 005. 

En la primera, el 001, quedan exentos de pagar los desempleados que han agotado el derecho a subsidio y perceptores de rentas de integración social, personas discapacitadas por accidente laboral y pensiones no contributivas de discapacitados. 

En la categoría 002, con un copago del 10 por ciento, tienen un límite de 8 euros al mes las pensiones contributivas menores de 18.000 euros al año y un límite de 18 euros las que estén entre 18.000 y 100.000 euros al año.

En la categoría 003, con un copago del 40%, las rentas brutas menores de 18.000 euros, mientras que si están entre 18.000 y 100.000 euros deben abonar la mitad de los medicamentos, el 50%, dentro de la categoría 004. 

Finalmente, la categoría 005, que paga el 60% de los medicamentos, incluye a rentas superiores a 100.000 euros al año y pensionistas que también perciben ese dinero al año, con un máximo de 60 euros. 

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