Los comerciantes creen que cobrar por probarse ropa “no es la solución pero pone de manifiesto un problema”

Los empresarios recuerdan que el problema de gente que se prueba las prendas para luego comprarlas por internet afecta a todas las tiendas físicas “sean grandes o pequeñas superficies”.

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Los empresarios valoran las declaraciones de la consejera como unas palabras que “han sorprendido” y “han generado reacciones de diversa índole”, si bien recuerda que “son declaraciones que ella hace como recomendación”.

Eso sí, consideran que “la solución del comercio en el futuro pasará por otra serie de cambios” y, desde luego, cobrar a la gente por probarse ropa “no es”. Pero “si la consejera lo ha dicho, es porque le suena y ha escuchado que es un problema”, continúan los empresarios, y sí reconocen que hay un problema con gente que acude a la tienda física para probarse ropa que luego encarga por internet.

“Es algo que como organización hemos puesto encima de la mesa, tratando de ver cómo podemos solucionar ese problema desde hace más de 10 años, cuando el comercio online comenzó a ser algo significativo”, explican, y lamentan que “aunque la inmensa mayoría de clientes acuden a una tienda con buena fe, sí que hay determinados clientes, y últimamente ha ido a más, que no acuden a comprar”.

Su actitud se ve fácilmente, advierten, ya que “desde el principio se prueban varias veces las prendas y toman nota de la referencia o hacen fotos a los códigos”, algo que debe solucionarse, puesto que supone un perjuicio para el comercio físico.

“Estás utilizando un local con todo lo que ello conlleva (luz, alquiler, calefacción…) y los conocimientos del dependiente para coger el código y buscar un sitio en todo el mundo donde esté dos o tres euros más baratos”, explica un comerciante, quien recuerda que “esos dos o tres euros “es lo que el establecimiento invierte en el servicio que te da y en el pago por adelantado de la prenda”.

Por último, insisten en que “no es la solución, pero pone de manifiesto un problema” puntual “que se nota que no va de buena fe”, y no es otro que “aprovecharse del servicio de una empresa sabiendo que no se va a comprar”.

Un problema “que no es comercial, de los grandes contra los pequeños, sino que es un problema de la tienda física, sea cual sea, contra el comercio online”, aseveran, y que “no afecta sólo a la ropa, sino también a otros productos, como la tecnología o los electrodomésticos”.

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