Como si de un capítulo de Crónica de una muerte anunciada, la obra culmen del colombiano Gabriel García Márquez, el tejido empresarial zamorano continúa desangrándose y son cada vez más los negocios históricos de la ciudad que van echando la trapa para no volver a levantarla.
El último en sumarse a esta larga lista de negocios que van dejando las calles zamoranas como si de una exposición de escaparates vacíos se tratase es la tienda de Deportes Lastra, que situada en la calle Santa Clara, ya prácticamente se encuentra vacía después de dos días frenéticos de actividad una vez se anunció su liquidación total por cierre.
En esta ocasión, tras muchas décadas acompañando a los zamoranos como un local de referencia en equipamiento deportivo, el cierre se debe fundamentalmente a la jubilación de su regente, Paco Gómez. Sin embargo, tal y como nos cuenta, el hecho de que el motivo sea su propia jubilación no quita que la situación ya fuera prácticamente insostenible, razón por la que no ha encontrado a nadie que quisiera seguir adelante con el negocio, ni siquiera los propietarios de la marca Base: ‘’Les escribí para ver si querían quedarse con la tienda de Zamora y quedarse la zona y ni me han respondido’’, señala con clara decepción.
Y es que Paco, apunta directamente a quienes rigen y hacen las normas en la ciudad, para nada favorables al comercio local y del que dice que ‘’vive ya una situación que es irreversible’’.
Preguntado por decisiones concretas, se muestra especialmente crítico con la supresión de plazas de aparcamiento en el centro de la ciudad: ‘’¿Si no hay sitio para aparcar quien va a venir aquí a comprar? Se irán a otras superficies. Antes la gente venía, ponía la ORA y se tiraba su par de horas haciendo compras, pero ahora ya no’’.
No es el único motivo por el que cree que cada vez es más difícil mantener los negocios abiertos, y es que la presión fiscal también hace mella sobre los autónomos zamoranos de los que dice que ‘’no existe unión y a los que mandan les damos igual…si una empresa hace un ERE y manda a cien empleados a la calle, ya están allí los políticos, pero si cierra un autónomo pues uno más’’, señala resignado.
‘’¿Si no hay sitio para aparcar quien va a venir aquí a comprar? Se irán a otras superficies. Antes la gente venía, ponía la ORA y se tiraba su par de horas haciendo compras, pero ahora ya no’’.
Por último, manda un mensaje a la actual corporación municipal, de la que dice que ‘’se fueron unos y vinieron otros que dijeron que iban a cambiar y quitar impuestos y todo sigue igual, pagamos una barbaridad y así es imposible’’.
Irreversible o no, lo que es seguro es que Deportes Lastra se une a la lista de negocios que en unos días ya no abrirán más al público y que los burdos intentos de luchar contra la despoblación no están más que consiguiendo el efecto contrario, convirtiendo a Zamora en una ciudad cuya muerte, comercialmente hablando, parece anunciada.
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