Comienza un nuevo curso para el club de lectura de la Biblioteca
Durante una hora y media un grupo diverso de personas que ha leído de forma individual y al mismo tiempo el mismo libro se dispone a poner en común la experiencia lectora, cada uno ‘su lectura’. Porque, siendo el mismo el texto, es indiscutible que no a todos dice lo mismo. He ahí la gracia y la sal de la sencilla y enriquecedora fórmula del Club de Lectura: los lectores y sus miradas, las diferentes respuestas a los interrogantes y cuestiones que los autores plantean en sus obras.
Leer, reflexionar, escuchar, conversar…conocer. Saldrán de la reunión con un nuevo libro en las manos, ahora una novela, 'Las voces bajas', de Manuel Rivas, con unas cuantas obras y propuestas anotadas en su libreta y también con nuevas y sugerentes ideas sobre lo leído. La escena ser repite por séptimo año consecutivo. Los allí reunidos han decidido destinar un tiempo a leer con calma y dedicación muchos y diferentes tipos de textos: ficción y no ficción, poesía, cómic, ensayos, relatos y novelas con historias de amor y desamor, de intriga, de viajes y aventuras, tragedias, dramas, realidades y temas de actualidad… para después compartir las impresiones sobre lo leído.
Es su compromiso con el grupo, así como la asistencia continuada a las reuniones. A cambio, el club les permite, según señalan ellos mismos, relacionarse con otras personas y les aporta reflexión, cultura, entretenimiento, satisfacción personal, nuevas opiniones y maneras de afrontar la lectura y los libros y el conocimiento de nuevas obras y autores.
La actividad nació en noviembre de 2007, cuando se realizaron las primeras reuniones de lectores. El día de encuentro, el lunes, se ha mantenido a lo largo del tiempo. En aquel momento las reuniones eran semanales y había dos únicos grupos, uno de mañana y otro de tarde. Los grupos fueron creciendo y también el interés de las personas por participar en la actividad y dos años más tarde las reuniones pasaron a ser quincenales y los grupos cuatro, dos de mañana y dos de tarde. Y cada grupo eligió su nombre de reminiscencias más o menos literarias: Ébano, Artemisa, Macondo y Muchaletra.
Más información en clublecturazamora.com
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