La venta de carburantes para transporte en Castilla y León se disparó en el primer semestre de este año un 22,2 por ciento, lo que indica una evolución positiva y abre camino a la recuperación tras la crisis causada por el COVID-19. Así, se consumieron entre enero y junio 859.982 toneladas en total de diésel y gasolinas 95 y 98, los principales productos.
Sin embargo, y a pesar del optimismo que levantan los datos, aún quedan lejos de los guarismos registrados en el mismo periodo de 2019, último año precrisis, cuando se alcanzó casi el millón de toneladas (992.164). O lo que es lo mismo, los castellanos y leoneses aún consumen un 13,3 por ciento menos que hace dos años.
En el caso concreto de la provincia de Zamora, en cuanto al gasóil, el incremento porcentual fue del 15,2 por ciento, hasta 88.316 toneladas. Sobre la gasolina 95, el mayor aumento se anotó en Valladolid (22.628 toneladas), un 39,9 por ciento; seguida de Zamora (7.685), un 38,4 por ciento. Por último, el consumo de gasolina 98 se elevó un 41,7 por ciento en Palencia (465 toneladas); seguido de Zamora con un 41,1 por ciento (600 toneladas).
De este modo, la Comunidad se encuentra en un punto intermedio entre la notable mejoría respecto a 2020, cuando el confinamiento y la escasa movilidad protagonizó el primer semestre, y el margen que aún queda por recuperar hasta alcanzar los niveles anteriores. Así lo considera también el vicepresidente y portavoz de la Agrupación de Vendedores al por menor de carburantes y combustibles de Castilla y León (Avecal), Rafael Pizarro, quien explica en declaraciones a la agencia Ical que la economía “está empezando a repuntar, más allá de los problemas que hay en esta situación de incertidumbre”.
“Esperamos que a medio y largo plazo, pero no corto, las cosas recuperen su lugar. La economía depende en gran parte del ritmo de vacunación y las variantes. No es una crisis al uso como la de 2008, que tenía rápida y media solución. Ésta depende de diferentes variables”, expuso, para advertir que en términos de movilidad de los españoles, los pueblos de Castilla y León “no tienen el movimiento de otros años”.
El último informe de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), recogido por Ical, indica que el consumo de diésel alcanzó entre enero y junio las 746.023 toneladas en la Comunidad, con un incremento del 20,6 por ciento; mientras que las ventas de gasolina 95 se elevaron un 34,7 por ciento, y las de 98, un 37 por ciento, hasta las 106.933 y 7.025 toneladas, respectivamente.
Si la comparativa se efectúa con el primer semestre de 2019 aún no se alcanzan los niveles precrisis. Así, el consumo de diésel es un 13,3 por ciento inferior en 2021; el de gasolina 95, un 13,5 por ciento menor, y el de 98, un 15,2 por ciento menos.
“Los datos del primer semestre son mejores que 2020. Faltaría más. Pero lejos de 2019. Si no tenemos unos buenos timoneles no echaremos pelo en la economía. Queremos coordinación entre administraciones y homogeneidad entre todas las autonomías. El transporte tiene incertidumbre por los mensajes y es nuestra gran duda y precaución. No sabemos qué van a legislar dentro de cuatro días”, criticó Pizarro.
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