La delincuencia persiste en la provincia de Zamora, y la propia capital no es una excepción. Concretamente, los ladrones están siendo especialmente insistentes con los contenedores de aceite repartidos por distintos puntos de la capital del Duero. Según explica Francisco Martín desde la empresa concesionaria de este servicio, la actividad delictiva ha sido especialmente intensa desde verano. "Pusimos los contenedores en abril y se han pasado el verano reventándolos", lamenta y añade que ya han puesto hasta tres denuncias.
"Se puede dar aceite a quien lo necesite, pero que no revienten los contenedores", lamenta. En este sentido, explica que la pérdida económica del aceite no es tanta, o es incluso irrisoria en comparación con lo que supone reparar más de una veintena de contenedores en tan poco tiempo. Además, denuncia la desidia de las autoridades ante esta situación. "Es imposible que no se den cuenta, más cuando ya se han producido robos a plena luz del día", denuncia y añade que "es imposible que con tanto robo no se hayan cruzado con ninguna patrulla".
Según explica, el modus operandi de estos ladrones no se limita únicamente a la sustracción sibilina del aceite, sino que se hace causando graves daños a este mobiliario y a los candados que los protegen. "El sábado se dio el último robo, y nadie ha hecho nada", confirma Francisco Martín y señala que "se cortaron porque un testigo estaba por allí, pero si no, otro contenedor que destrozaban".
Es por ello que desde la empresa concesionaria rechazan la "inacción" de las autoridades ante una situación que se está descontrolando y seguirá a peor, en tanto en cuanto la actividad delictiva no se vea frenada por las autoridades competentes.
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