Es muy común en España seguir malos hábitos alimenticios sin saberlo. El tema de los horarios es muy recurrente en este caso. Desayunar poco, comer tarde y cenar más tarde aún es una tónica entre los españoles, también lastrados en muchos casos por la jornada laboral.
Desde luego, no hay que ser un especialista en la materia para conocer que no es bueno hacer esto. Cuanto más tarde se coma, menos tiempo habrá para 'quemar' esas calorías. Los especialistas en lo que se llama crononutrición advierten que antes de las 17 horas se debe realizar mayor ingesta que después.
Así, por horas, en una dieta equilibrada, y siempre con margen de error, sería desayunar a las 8 horas con grasas saludables como las que aporta el aceite de oliva en crudo o aguacate acomañadas de hidratos de carbono de absorción lenta como el pan integral y los cereales integrales.
El almuerzo es importante, de manera que en el tentempié se puede comer una pieza de fruta o lonchas de jamón, así como un yogur. Esto antes de la comida, cuyo horario es bueno realizarla a las 13 horas también con hidratos de carbono de absorción lenta como la pasta, el arroz, el pan o alimentos ricos en proteínas.
La merienda, por su parte, puede realizarse a las 16 horas con algunos frutos secos, teniendo en cuenta la gran cantidad de calorías que tienene, así como algún lácteo, mientras que se deben reducir menos hidratos de carbono por las tardes.
La cena, por último, es preferible realizarla antes de las 21 horas y dejar pasar al menos dos horas antes de acostarse, ya que el sistema digestivo trabaja de forma más lenta por las noches. Así, se recomienda cenar poco y bien con pescado azul o carnes magras.
La crononutrición: La importancia de comer lo correcto a las horas adecuadas
La mayor parte de la ingesta se debe realizar antes de las 17 horas y la cena, dos horas antes de acostarse y previamente a las 21 horas.
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