DAF insiste en que la compra y la venta de animales entre particulares es “ilegal”

Defensa Animal Zamora se remite a la Ley 5/1997 de 24 de abril de Protección Animal de Castilla y León para recordar que es “ilegal” la compraventa de animales entre particulares y que “mientras haya criadores y particulares reproduciendo perros y gatos, otros sufren en las perreras”, donde muchos son sacrificados, ya que las instalaciones no tienen superficie ni capacidad económica suficiente para albergar los miles de animales que reciben cada año. “Los refugios están saturados y no disponen de los recursos suficientes para garantizarles una vida digna. Muchos de ellos pasan años en jaulas, esperando a que alguien los adopte. Otros son asesinados a las 72 horas de entrar en la perrera”, exponen fuentes de DAF.

El período navideño, en el que las compras de todo tipo aumentan considerablemente, se convierte en una época clave por lo que a adquisición de mascotas se refiere. “Nunca compres una mascota de una tienda, de un criador o de los vendedores ambulantes. Los animales no son objetos que deban ser utilizados como mercancía y la compra de mascotas sólo ayuda a perpetuar este negocio”, señalan fuentes de DAF. “Si quieres compartir tu vida con un animal, acude a una protectora o a una perrera en tu ciudad. De esta manera, estarás salvando no solo al animal adoptado, sino también al que ocupará su lugar. Le estarás ofreciendo una nueva oportunidad de cariño y afecto a quien anteriormente tuvo una vida de maltrato”, añaden.

Las asociaciones de defensa y protección de los animales y las administraciones públicas difunden la “necesidad de adoptar en vez de comprar” un animal de compañía. “Al margen de las motivaciones obvias para solicitar a los ciudadanos que escojan esta opción, hacer de la vida de un ser que siente una mercancía es algo, como mínimo, reprobable”, afirman los responsables de DAF. “La abundancia de criadores particulares, motivados por el ansia de enriquecimiento a costa de seres inocentes, hace que lleguemos a un tipo de comercio que, siendo tan reprobable como el que llevan a cabo las tiendas autorizadas, no cumple, además, con las exigencias de la Ley autonómica”, insisten.

En este contexto, la asociación animalista acusa a las administraciones públicas de “haber mirado hasta ahora hacia otro lado, ignorando los cientos de carteles que inundan la ciudad y en los que se anuncia la venta de animales” por parte de particulares. “Si, tanto las personas que venden, como las que compran, fueran conscientes de la ilegalidad que cometen, esta práctica disminuiría”, aseguran. “Por otro lado, si las clínicas veterinarias fueran informadas de que están patrocinando una actividad al margen de la ley, al permitir poner esos carteles en sus establecimientos, en la mayoría de los casos, dejarían de hacerlo”, agregan.

Información

Dentro de esta campaña, DAF ofrece a las clínicas veterinarias información y la posibilidad de sustituir los carteles de compraventa entre particulares por el cartel de concienciación contra esa práctica. Además, piden a las administraciones que “se impliquen” a la hora de hacer cumplir la legislación para que cualquier persona que críe animales deba contar con los correspondientes permisos. “Los cachorros que las tiendas de mascotas o los criaderos muestran son adorables y es difícil resistir a la tentación de llevárnoslos a nuestras casas. Estos dependen de ese amor a primera vista para que la gente compre impulsivamente”, denuncian. “Pero la venta de cachorros posee un lado oscuro que pocos conocen. Muchos de los perros que se venden en tiendas proceden de criaderos que funcionan como máquinas de producir cachorros, donde a las perras se las mantiene preñadas durante toda su vida. Los cachorros son separados de sus madres poco tiempo después de nacer, para colocarlos cuanto antes en los escaparates de las tiendas de animales, donde pasarán la mayor parte del tiempo solos o amontonados con otros perros”, exponen.

Por último, DAF recuerda que es “recomendable” esterilizar los animales de compañía para evitar que los cachorros “terminen abandonados, en laboratorios de experimentación o en manos de desconocidos” y advierte de que “por cada animal que se compra, otro pierde la oportunidad de un hogar”.