El palacio de La Alhóndiga acogió anoche la presentación del libro que reúne las dos nuevas publicaciones de Daniel Pérez: ‘La hermana secreta de Blancanieves’ y ‘Qué bueno es ser bueno!’. Con la edición de estas dos piezas dramáticas, la Editorial Cumbres, especializada en danza, música y artes escénicas, inaugura una nueva línea editorial dedicada a la dramaturgia actual.
En palabras de Mayda Bustamante, directora de la editorial, con estas obras Daniel Pérez nos acerca a un mundo de contrastes “al más puro estilo valleinclanesco que pone al descubierto las entrañas de una sociedad en tránsito”. Aunque diferentes, las dos “criaturas dramáticas”, tal y como las calificó la propia Bustamante, versan en torno a los defectos y vicios humanos de la actualidad.
“Son dos historias sobre la impostura, sobre lo que no somos y queremos ser o fingimos ser”, comentaba Daniel Pérez en referencia a la población española. “Es una sociedad que está claramente haciendo una impostura, está diciendo cosas que no se las cree ni el propio que las dice y todo ello a fin de recabar votos o distinguirse en su grupo social”, juzgaba el dramaturgo.
Por un lado, ’La hermana secreta de Blancanieves’ surge hace unos años cuando comenzaban los rumores del noviazgo entre el entonces príncipe Felipe y la periodista Letizia Ortiz. En esta obra simbólica, la realeza no puede contraer matrimonio con una ‘plebeya del siglo XXI’ que no habla ‘la parla’, idioma “ripioso y rimbombante” distintivo de la familia real. Pese al consejo de los reyes, el príncipe se acaba enamorando de la chica que dice ser la hermana secreta de Blancanieves. Policías, políticos y medios de comunicación, encarnados por miserables y por brujos, querrán asistir a la gran boda real pero para ello deberán demostrar, con más o menos acierto, que saben hablar ‘la parla’.
Por otra parte, ’¡Qué bueno es ser bueno!’ centra su mirada en una familia de clase media alta protagonizada por Rita, una abogada laboralista casada con un concejal de tráfico corrupto. La llegada de un gurú africano sacará lo mejor y lo peor de cada uno rompiendo sus esquemas y transformando sus vidas en una obra que invita a la reflexión sobre la doble moral y las apariencias.
En definitiva, dos “criaturas dramáticas” a las que urge encontrarles un escenario con la mayor brevedad posible ya que, como sentenciaba Mayda Bustamante, “su naturaleza no es otra que la representación y el encuentro con su público”.
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