Denuncian el cierre del Arco de Doña Urraca tras las obras: “Con el cocido de mi familia no se juega”
El grupo municipal alerta sobre la falta de participación ciudadana en la decisión de cerrar al tráfico el histórico Arco de Doña Urraca y plantea una alternativa
El grupo municipal Zamora Sí ha mostrado su preocupación por la intención del equipo de gobierno de mantener cerrado de manera permanente el Arco de Doña Urraca, tras haber sido cortado inicialmente de forma provisional por obras.
Tras reunirse con vecinos y comerciantes de la zona, especialmente de la calle Costanilla, el concejal Eloy Tomé señaló que el cierre afecta la movilidad de residentes, personas mayores y servicios de emergencia, y que los recorridos alternativos resultan más largos, estrechos y potencialmente peligrosos, pasando incluso por zonas con colegios.
El grupo municipal criticó que el equipo de gobierno ha tomado decisiones sin audiencia pública ni diálogo con los afectados, y alertó de que la respuesta oficial de que el cierre es “provisional, pero con vocación de permanencia” evidencia la intención de hacerlo definitivo.
La queja de un comerciante y vecino de la zona, publicada en Facebook, refleja la preocupación de los afectados: “Los tiempos han cambiado y hoy en día luchamos contra el comercio digital y la despoblación. Tenemos nuestras armas, pero necesitamos que nuestros dirigentes no nos pongan 'macetones en el camino'. Han cerrado una vía de acceso para muchos residentes y negocios, que para acceder tendremos que 'apatrullar' medio casco antiguo… y no me imagino lo que sucederá durante Semana Santa, Fromago, Mercado Medieval y otros eventos.”
El comerciante añadió que, aunque es consciente de la necesidad de ceder el paso a peatones, muchas calles del casco antiguo ya son semipeatonales y los riesgos se reparten por todo el centro, y que la medida afecta tanto a nivel personal como empresarial.
Zamora Sí propone la instalación de un pivote retráctil o sistema automatizado, similar al usado en otros cascos históricos como Toledo, lo que permitiría proteger el patrimonio, garantizar el acceso a residentes y servicios de emergencia, y reducir el tráfico innecesario.
El grupo municipal subraya que las decisiones sobre movilidad y conservación patrimonial deben tomarse con participación ciudadana y planificación técnica, para que la protección del Arco no se convierta en un problema para quienes viven y trabajan en la zona, sino en una oportunidad para compatibilizar conservación y movilidad.
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