Desde UPL denuncian el mal estado y piden ayuntamiento, a través del área de gestión urbanística e infraestructuras, la pertinente reparación de los caminos del parque de Olivares, tanto los ribereños del Duero, como los adyacentes al arroyo Valderrey.
Tras días de lluvia, aunque estas no sean excesivamente intensas, se producen embalsamientos de agua que posteriormente se transforman dando lugar a zonas de barrizal, que impiden el transito normal de personas, obligando a los viandantes a caminar por las zonas ajardinadas y no destinadas específicamente para el paso.
El problema de acumulaciones de agua en las zonas de paseo, y sus consecuencias posteriores, se arrastra desde la misma consecución del proyecto, al realizarse unas vías de firme de zahorra compactada, limitada con bordillos de cemento que superan el nivel del camino a uno de los lados y al otro de murete de piedra, lo cual ocasiona la acumulación de líquido que ocupa toda la anchura de la senda, que ante la imposibilidad de ser evacuado queda retenido sobre la superficie transitable.
Como medida posterior se practicaron diversas cortes en la línea de los adoquines laterales, añadiendo en los orificios practicados tubos de PVC para procurar de esta forma que dieran salida a las aguas fluviales, hacia el lado de la zona ribereña. Sin embargo, la arbitrariedad de su reparto ocasión, que, si bien en determinados puntos cumplía la misión, en otros no ocurría lo mismo, persistiendo el problema al seguir formándose encharcamientos de agua.
La escasa consistencia de las capas inferiores a la visible y la mínima firmeza de la capa superficial, dan como resultado que la respuesta ante cargas facilitado por la humedad sea la del hundimiento. Si bien la zona es peatonal, para la realización de tareas propias de mantenimiento, conservación y limpieza de la zona verde, se hace necesario el uso de vehículos, que dejan pronunciadas roderas en algunos puntos determinados de los caminos.
Instando desde UPL al ayuntamiento de la capital, a realizar la obra de reparación del firme de los caminos del parque, mediante retirada de la capa afectada, añadido de tierra de zahorra con posterior compactación y acoplamiento de canalización evacuadora del agua de lluvia en las zonas donde se necesite, para evitar que se formen los charcos.
Si bien todos los paseos del Duero a su paso por la ciudad pueden verse afectados por las avenidas de agua, que producen arrastre de terrenos y su necesaria reposición posterior; el caso de Olivares difiere de otras zonas al encontrase la zona más elevada, sufriéndolo tan solo en caso de crecidas de grandes dimensiones, lo que permite que puedan realizarse inversiones más perdurables que en el resto de las zonas ribereñas.
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