Descubre cómo Ramón Álvarez se alió con la muerte para permanecer vivo
Este fin de semana se celebran rutas teatralizadas por el bicentenario de la muerte del imaginero
La Semana Santa de Zamora no se entiende sin la fugura de Ramón Álvarez "el niño hojalatero que llegó a ser maestro y se alió con la belleza para permanecer vivo". Este fin de semana con motivo del bicentenario de su muerte se celebran rutas teatralizadas en las que se recorre la vida y obra del imaginero.
Un recorrido que empieza en la Iglesia del Tránsito donde empieza la conversación entre Ramón Álvarez y la muerte. Ese diálogo llevará al público hasta los comienzos del escultor con la hojalata en Coreses. La Iglesia de Santa María la Nueva será la siguiente parada del camino de donde la muerte saldrá herida para llegar a la Iglesia de San Andrés.
El fin del recorrido tiene como principal atractivo el paso La crucifixión, para la Cofradía de Jesús Nazareno, vulgo Congregación. Ramón Álvarez demuestra a la muerte en la última interpretación cómo la belleza del arte ha vencido al olvido y sigue vivo en Zamora.
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