Los docentes de Zamora alzan la voz: "Vale más un padre que 100 profesores. Nos sentimos abandonados"

La Junta de Personal Docente No Universitario de Zamora ha emitido un contundente manifiesto para denunciar la situación de indefensión que aseguran estar viviendo en los centros educativos

Los docentes de Zamora alzan la voz: "Vale más un padre que 100 profesores. Nos sentimos abandonados"
Los docentes de Zamora alzan la voz: "Vale más un padre que 100 profesores. Nos sentimos abandonados"

El profesorado no universitario de Zamora exige respeto y reconocimiento a su labor profesional. En un comunicado difundido por la Junta de Personal Docente de la provincia, que se ha manifestado este jueves en Zamora, los docentes denuncian que la presión y la falta de respeto por parte de algunas familias están afectando gravemente a su salud física y mental, y que estos casos, aunque minoritarios, son cada vez más frecuentes.

"Somos profesionales con vocación y compromiso", afirman, recordando que se han formado específicamente para sus especialidades y que continúan en constante reciclaje profesional, adaptándose a nuevas metodologías, leyes y exigencias del sistema educativo.

En su día a día, subrayan, asumen con responsabilidad tareas esenciales como la comunicación fluida con las familias, siempre desde el respeto, la educación y la empatía. Reconocen también la importancia de la colaboración de estas en el proceso de enseñanza-aprendizaje. No obstante, denuncian que una parte de las familias cuestiona su labor y presiona para modificar calificaciones, rebasando los límites del respeto y generando situaciones de elevada tensión.

"Cada vez hay más docentes de baja por ansiedad y estrés acumulado ante los continuos ataques a su profesionalidad", advierte el manifiesto, que recuerda que incluso un solo caso merece la protesta unánime del colectivo docente.

La Junta de Personal Docente hace un llamamiento a toda la comunidad educativa, y en especial a los responsables institucionales —desde la Consejería de Educación hasta los equipos directivos de los centros— para que se conviertan en los primeros defensores del profesorado y garanticen que puedan desarrollar su labor en condiciones de tranquilidad y respeto.

"Queremos ejercer nuestra profesión con la paz que requiere y el reconocimiento que merece", concluyen.

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