Los últimos datos que Azamtur ha difundido son como para desinflarse.
Sí. Los negocios, en líneas generales, unos pueden ir mejor que otros. Lo que nosotros vemos es la globalidad de nuestros asociados y también de personas y de establecimientos que no están asociados a Azamtur pero que conocemos sus realidades. Lo que sí puedo decir es que si vamos a casos puntuales pues, probablemente, algunos negocios vayan estupendamente e, incluso, algunos muchísimo mejor que el año pasado.
¿Puede tomarse literalmente lo que indica el esbozo de esas cifras?
Cuando hablamos de cifras todo es siempre muy relativo. Lo que sí que es cierto es que nosotros contamos con esas otras cifras más globales en las que nos podemos encontrar con que este mes de julio ha sido el peor mes de los últimos diez años en cuanto a hotelería en la capital zamorana. Dentro de lo que son las cifras que nosotros barajamos, hemos hecho una comparativa con otros años y hemos comprobado que, efectivamente, julio ha sido un mes muy malo. Últimamente, julio ya venía siendo un mes malo pero este año se ha llevado la palma a pesar de las cositas que vamos teniendo en nuestra ciudad. Por eso, decimos que, igual que el Mercado Medieval es una cosa extraordinaria, pues igual que eso, sería fantástico que pudiéramos tener muchas más cosas a lo largo del año para que pudiéramos seguir creciendo en todos los aspectos. Porque los hoteles y los restaurantes son indicadores del resto de las cosas, del resto de los establecimientos. Si hay gente, hay gente para comprar en otros tipos de establecimientos: de regalos, de cerámica, del comercio. Cuando hay gente, hay gente y en Zamora se nota. A veces aparecen en titulares cosas como: Zamora tiene la media más alta de coste por habitación en Semana Santa. Pero es que en San Fermín, vete tú a alquilar una habitación a cualquier establecimiento de Pamplona o en Sevilla, durante la Feria de Abril. Esos puntos específicos de cualquier cosa no son la realidad. La verdad es que el coste medio ha bajado.
Recientemente, se publicó el dato de que la Oficina Municipal de Turismo registró un 20 por ciento más de visitas en agosto, según las cifras oficiales del Ayuntamiento. ¿Es que no gasta dinero el turista que viene a Zamora?
No es que no gaste dinero, que puede gastarlo. Nosotros hablamos del tema hotelero y hostelero pero todo el mundo sabe que en el momento de crisis en el que vive este país hay muchas personas que sí que pueden irse de vacaciones adonde quieren pero otras muchas vuelven a sus raíces por motivos sentimentales, posiblemente, pero, fundamentalmente, por motivos económicos. Vuelven al pueblo, vuelven para estar con sus familias y esa gente puede venir y preguntar, perfectísimamente, en las oficinas de turismo y cuando les preguntan, pues dicen: Vengo de Madrid o de San Sebastián o de cualquier otro punto pero se quedan en casa de los cuñados o están en Salamanca. Yo viví directamente una experiencia en Semana Santa este año y ahí había muchísimas personas que venían de Salamanca decepcionados por la Semana Santa de Salamanca y que se quedaban encantados de la Semana Santa de Zamora pero se volvían a Salamanca, que era donde estaban hospedados.
Lo de hacer una escapada de un día a Zamora por Semana Santa es algo tradicional para los charros.
Y eso sigue ocurriendo porque la Semana Santa de Zamora, a pesar de todo, todavía hay mucha gente que la desconoce y vienen a Salamanca por la inercia que Salamanca tiene y sucede que, al final, nos encontramos que la Semana Santa de Salamanca les decepciona y la de Zamora les encanta. Eso es una realidad también.
¿Azamtur ha recibido críticas por sacar a relucir lo malo?
Nuestros asociados no comen de los halagos. Comen de la realidad. Y la realidad que nosotros percibimos es la que contamos y el pasado mes de julio fue el peor en el sector en los últimos diez años.
Coinciden casi al pie de la letra con la Asociación Zamorana de Empresarios de Hostelería.
Antes de la presentación del otro día el secretario de Azehos, Alfonso Gómez, y yo comentábamos que veíamos la cosa floja. Lo vemos como creemos que es. Efectivamente, no hay que ser negativos y tanto es así que nosotros abogamos siempre por iniciativas como la del Mercado Medieval y muchas más cosas que podemos hacer y nosotros hemos planteado a las instituciones bastantes proyectos.
Y ¿cómo ha sido la respuesta de las instituciones?
Tengo que decir que la respuesta de las instituciones es buena. El problema es económico, como todo, pero se trata de estudiar la forma de cómo podríamos realmente hacerlo.
Es destacable que la respuesta de las instituciones sea buena, considerando que Azamtur surgió prácticamente al mismo tiempo en que se diluía a la fuerza la sociedad mixta de turismo.
Nosotros no solo no somos competencia sino que, lejos de serlo, lo que pretendemos es ser un apoyo. Nosotros hemos planteado tanto al Ayuntamiento como a la Diputación bastantes proyectos, yo creo que el 80 por ciento de ellos muy viables. ¿Qué necesitamos? Pues, a veces, nosotros, como asociación, los recursos económicos que tenemos son muy limitados y, quizá buscando ese apoyo de las instituciones, nos hemos dirigido a ellas, nos han recibido muy bien, han recibido muy bien los proyectos porque yo creo que, en el fondo, han comprobado y han visto que son, efectivamente, viables pero cuándo se podrán llevar a cabo es otra cuestión. O sea,, que lo que nosotros no queremos es estar difundiendo mensajes negativos, sino todo lo contrario: mensajes que creemos que son absolutamente realistas pero, a la vez, tendiendo nuestra mano para que trabajemos juntos para traer cosas a esta ciudad y a esta provincia.
¿Cuántos establecimientos, tanto de hotelería como de hostelería, corren peligro de cerrar sus puertas en los próximos meses?
Decir un número es complicado, realmente, pero sí que es verdad que todos están tomando medidas de urgencia: Se retrasan los pagos a los proveedores, aquellos que los tenían a 30, 60 y 90 a veces intentan llegar a los 120, se recortan brutalmente los gastos en publicidad, que no son gastos, realmente, sino que son una inversión pero, desgraciadamente, es en lo que primero se recorta, en publicidad, en mejorar la imagen, en calidad de servicio… En fin, en muchísimas cosas. Entonces, no es una cuestión de cuántos sino que es una cuestión de que están ahí y que todos lo están sufriendo y están intentando alargar su vida, a veces como pueden.
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