Mientras gigantes y gigantillas desfilaban por la calle Santa Clara y miles y miles de zamoranos aprovechaban la magnífica tarde para disfrutar de las fiestas de San Pedro, de espectáculo en espectáculo y de chiringuito en chiringuito, cientos de personas prefirieron apelotonarse en la iglesia de San Juan de Puerta Nueva para asistir a la misa flamenca con la que se rindió homenaje al reverendo Benito Peláez.
La eucaristía contó con el acompañamiento de excepción para reforzar del modo más espiritual posible la liturgia con la presencia de la cantaora Regina de Huelva y del guitarrista Paco Cortés, que hicieron contener la respiración a los feligreses con piezas desgarradoras que resonaron con fuerza en el silencio del templo.
El embrujo flamenco otorgó una gravedad inusitada a una misa que quedará en la memoria de los asistentes, probablemente, como el momento más intenso enmarcado en las fiestas de San Pedro.
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