Estas son algunas recomendaciones para hacer frente a la cuesta de otoño

La bajada de las temperaturas puede desencadenar un aumento del gasto familiar debido a la calefacción, con el fin de paliar esto, es adecuado seguir varios consejos.

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Tras estrenar estación hace unos días, llega la primera bajada de las temperaturas. Sí, porque este otoño viene cargado de lluvia y frío. Una climatología habitual de esta época ante la que será imprescindible prepararse. Sobre todo y tal y como apunta el comparador acierto.com, teniendo en cuenta la coyuntura actual.

Y es que el descenso de los termómetros podría incrementar el gasto energético de los hogares en torno al 14%, con las consecuencias que eso implica desde el punto de vista medioambiental y económico. Una cifra que, si bien a priori no parece significativa, a medio plazo se hará notar. En especial en un momento de recesión, paro, ERTES y otros problemas asociados a la crisis de la COVID-19.

El gasto en calefacción de los hogares

En cualquier caso, cabe comentar que la relación entre calefacción y gasto no es directamente proporcional –entra en juego la potencia contratada, el tipo de tarifa, etcétera– y que depende de otras cuestiones como el gasto de agua caliente. Por ejemplo, dejarla correr un par de minutos más hace caer entre 20 y 40 litros más, y obliga al termo a funcionar durante más tiempo también.

Por fortuna, un consumo responsable permite ahorrar entre un 10% y un 40%. Lo mismo ocurre si comparamos tarifas. Hacerlo nos permite ahorrar hasta el 40%. En cuanto al consumo responsable, este pasa no solo por hacer un buen uso de la calefacción, sino por elegir un equipo adecuado, por el correcto aislamiento, y por mantener las instalaciones en buenas condiciones y revisarlas regularmente. De hecho, preparar el sistema de calefacción estos días será fundamental. Acierto.com analiza cómo.

La puesta a punto de la calefacción, clave

Así, revisar la calefacción antes de encenderla es como revisar el coche antes de emprender un viaje. Hacerlo nos evitará multitud de problemas. Entre otros hay que preparar los radiadores y revisar la caldera –si tenemos una–. Por ejemplo, comprobar que la presión se encuentra entre 1 y 1,5 bar, que la salida de humos no está obstruida, que los radiadores no tienen fugas, etcétera. Y en caso de duda, consultar al especialista. También es conveniente purgar los radiadores, es decir, hacer salir el aire que pueda haber acumulado durante los meses de parón.

En este punto puede resultar interesante revisar el seguro de hogar, pues son muchas las compañías que ofrecen un servicio de manitas, que incluyen las reparaciones de la caldera, etcétera, aunque todo dependerá de la póliza que tengamos contratada. Por eso, lo más recomendable es mirar el condicionado antes de tomar ninguna decisión.

Y si tenemos que sustituirla, es conveniente consultar las ayudas existentes en el ayuntamiento o comunidad donde nos ubiquemos. En cuanto a la elección del sistema de calefacción, y si bien dependerá de múltiples factores (como la temperatura, las dimensiones de nuestra casa, el propio aparato y su eficiencia energética y otras de nuestras necesidades), existen algunos más eficientes –entendiendo como tales aquellos que nos permiten ahorrar en consumo sin perder confort térmico–. Es el caso de la aerotermia, las calderas de biomasa, de condensación a gas...

Otras recomendaciones para ahorrar energía y dinero

Más allá de lo comentado, existen otras maneras de ahorrar energía durante estos días. Según acierto.com, adaptar la tarifa al hábito de consumo, contratar la potencia adecuada y comparar es imprescindible. Contar con un termostato también nos ayudará –ahorraremos hasta un 13%–, así como aislar puertas y ventanas (ahorra un 40% del consumo), mantener la temperatura estable alrededor de los 21 grados, y ventilar en aquellas horas del día en las que la temperatura sea más templada.

No es conveniente obstaculizar la emisión de calor poniendo ropa a secar en los radiadores, pintándolos, o similares. Otras ideas son regular el termostato del agua, apagar los radiadores que no se usen, dejar entrar el sol en la vivienda (en caso de que esto sea posible).

Además, también hay que tener en cuenta que durante el otoño se reducen las horas de luz natural, otra de las razones del incremento de la factura eléctrica. Contar con bombillas de bajo consumo resulta muy interesante. Ahorran un 80% de energía y tienen una vida 10 veces superior a las bombillas incandescentes tradicionales.

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