Engañados se sienten los examinadores por parte de la Dirección General de Tráfico después de no haber conseguido casi ninguna de las peticiones que llevan realizando desde 2015, en el que ya se convocó una huelga que finalmente no se realizó. Desde la Asociación de Examinadores de Tráfico, recuerdan que en aquella ocasión se le prometió realizar los esfuerzos necesarios para que la propuesta fuera aprobada por el órgano competente, así como "una productividad transitoria que contenga un incremento, que no se produzca a costa de reducir la productividad de los colectivos de niveles inferiores al 21", algo que, denuncian, tampoco se ha cumplido.
De hecho, aseguran, a pesar de la promesa de subida "sustancial" al colectivo examinador en aquel entonces, los examinadores pasaron de cobrar una productividad todos por igual de 125 euros al mes, a percibir 140 o 145 euros al mes más una cantidad variable mensual de 30 o 35 euros a percibir semestralmente, en un incremento, denuncian, “muy por debajo de otros puestos que tiene el propio organismo. Además, la productividad se percibe, comentan, bajo “condiciones leoninas de que no se produzca absentismo”, dejando de percibir el cobro si no se puede acudir por cualquier tipo de razón.
El enfado con la Dirección General de Tráfico es manifiesta también “por la confusión deliberada o desconocimiento profundo del tema sobre la creación de escala y especialidad” que, además, afirman que tampoco ha sido motivo de la huelga. “No engañe a la opinión pública porque promoción interna existe de toda la vida”. Sobre el tema, continúan, además, lo aprobado por la última Oferta de Empleo Público es una especialidad dentro de la escala ya existente, “un engaño mayúsculo”.
Y es que el colectivo en huelga sigue exigiendo lo prometido, una escala propia, además del complemento específico que la Dirección General de Tráfico les prometió en este 2015, dicen, a pesar de que el encargado de ello es el Ministerio de Hacienda. “No obstante, queremos ser muy claros. Este comité no es insensible a los problemas que está ocasionando a la ciudadanía esta huelga, por lo que le recordamos que estamos disponibles las 24 horas por si nos quiere llamar y negociar, porque para eso se ha creado y tiene la confianza de todo el colectivo examinador”, aseveran antes de recordar que para evitar la huelga hubiera servido cumplir con lo firmado. “Señor Serrano, es usted el que tiene que buscar una solución que desbloquee la situación”.
De huelga total a parcial
El colectivo de examinadores asegura que, en base precisamente a causar el menor número de problemas, y después de las demandas de los ciudadanos, decidió suspender la huelga total indefinida por otra parcial de tres días. “Recordamos que el colectivo examinador ha convocado huelga en su legítimo derecho de exigir que se cumplan unos acuerdos alcanzados en el 2015 y de los que los responsables de la DGT se han desentendido, luego han malinterpretado y al final directamente, con gran irresponsabilidad, sólo se limitan a repetir que es el Gobierno es el que no quiere, cuando la DGT es un organismo gubernamental”.
Esta situación, que se extiende desde el 4 de septiembre durante todo el mes, se dará, de esta manera, en los tres primeros días de la semana de manera que el jueves y el viernes, el servicio funcionará con normalidad. “Esta nueva situación se producirá durante el mes de septiembre para dar tiempo a que se produzcan nuevas reuniones y al menos que se proponga algo por parte de la DGT”.
Los examinadores se sienten engañados: “Pedimos lo que se nos prometió hace años”
Desde la Asociación de Examinadores de Tráfico siguen pidiendo principalmente un aumento de salario a través de un complemento específico, ya que consideran que en su trabajo se debería tener en cuenta la complejidad, peligrosidad o penosidad. Además, también piden una escala propia y denuncian que se les ha engañado con una especialidad dentro de la escala. Todas sus peticiones, se quejan, están firmadas en 2015, cuando convocaron otra huelga que finalmente no se realizó ante el compromiso de la DGT.
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