Las farmacias zamoranas, en jaque por el desabastecimiento de fármacos para diabéticos: “Los pacientes están muy preocupados"

Aunque algunos medicamentos pueden tener sustitutos, si el médico ha prescrito una presentación concreta, los farmacéuticos, en muchos casos, no están autorizados a cambiar el medicamento del paciente por otro equivalente

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Las farmacias zamoranas, con lista de espera para diabéticos ante la falta de sus medicamentos.
Las farmacias zamoranas, con lista de espera para diabéticos ante la falta de sus medicamentos.

En toda Zamora, la comunidad médica, las oficinas de farmacia y los pacientes se enfrentan a una grave crisis debido a la aguda escasez de Ozempic (semaglutida), un medicamento esencial en el tratamiento de la diabetes tipo 2.

En los últimos meses, la situación se ha agravado considerablemente y se prevé que el cierre de este último trimestre sea el peor del año en cuanto a la disponibilidad de este fármaco. Según aseguran desde LUDA Partners, la primera y única red digital de farmacias que se dedica a hacer frente al desabastecimiento de medicamentos en España, en los dos últimos meses, las búsquedas en su herramienta tecnológica han aumentado un 98% respecto a las semanas posteriores al verano.

En este sentido, las farmacias zamoranas están experimentando un preocupante desabastecimiento de Ozempic, lo que ha llevado a un panorama muy pocas veces visto hasta ahora: listas de espera para los pacientes que necesitan este medicamento para mantener bajo control su diabetes. "No tenemos una lista de espera para Ozempic tan extensa como la que hay en otras provincias, pero sí que hemos tenido que añadir a algunos pacientes con diabetes, que acuden habitualmente a nuestra farmacia, puesto que necesitan esta medicación para poder continuar con su tratamiento y no se pueden permitir interrumpirlo”, comenta Catalina Rodríguez, farmacéutica titular en la Farmacia Catalina Rodríguez de Zamora.

De este modo, el impacto de esta escasez se ha hecho sentir entre los propios pacientes diabéticos, quienes se encuentran en una situación de incertidumbre y preocupación por la falta de acceso a un tratamiento que controla de manera eficaz los niveles de glucosa en sangre y reduce el riesgo de complicaciones cardiovasculares.

El testimonio de la Farmacia Catalina Rodríguez, que forma parte de la red de farmacias LUDA, refleja la frustración que enfrentan a diario al no poder dispensar el medicamento a aquellos que lo necesitan. “Los pacientes están muy preocupados ante esta situación y lo están llevando bastante mal. En algunos casos, su médico ha intentado cambiarles el tratamiento a una presentación disponible por vía oral, ya que está habiendo tantos problemas para encontrar los inyectables, pero no les ha servido prácticamente de nada”, agrega Rodríguez.

Ante este escenario, tanto profesionales de la salud, como autoridades farmacéuticas, se encuentran buscando soluciones urgentes para intentar paliar la escasez y garantizar el acceso continuo a tratamientos esenciales para los pacientes diabéticos. Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad piden que estos medicamentos se prescriban solo para uso autorizado, tratando de evitar así su desabastecimiento, pues análogos como Trulicity, Victoza o Fiasp también están presentando problemas de suministro.

La falta de Ozempic, en sus tres presentaciones diferentes, ha intensificado la presión en las farmacias y el sistema sanitario en su conjunto. Los pacientes se ven forzados a volver a consulta al no encontrar su medicación, sin garantías de poder llegar a tener un nuevo tratamiento pautado, que podría no resultar el más efectivo para sus necesidades médicas individuales.

Las farmacias colaboran para hacer frente al desabastecimiento de medicamentos

Aunque algunos medicamentos pueden tener sustitutos, si el médico ha prescrito una presentación concreta, los farmacéuticos, en muchos casos, no están autorizados a cambiar el medicamento del paciente por otro equivalente.

Por ello, si la farmacia no puede dispensar el medicamento debido a que presenta problemas de suministro, el paciente debe regresar al médico, informarle sobre la situación y que este le cambie la receta. Sin duda, todo un proceso tedioso y que se dilata en el tiempo incidiendo directamente en pacientes con afecciones graves y sobre el sistema sanitario, saturándolo aún más si cabe.

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