El Director del Centro Nacional de Inteligencia, Félix Sanz Roldán, no quiso perderse el homenaje que le brindó Zamora a dos de los que fueran sus hombres: José Carlos Rodríguez y Alfonso Vega, fallecidos en acto de servicio en Irak, allá por el mes de noviembre del 2003: "Se les pidió un sacrificio que suponía arriesgar su propia vida y lo llevaron a cabo con heroísmo. Murieron con honor y lucharon como héroes", explicó el militar conquense, antiguo responsable del JEMAD.
Del mismo modo, Sanz recalcó que el reconocimiento ha de tener "un sentido especial para los zamoranos", que deben "sentirse honrados por tener en la lista de paisanos ilustres a dos héroes". El Director del CNI aseveró además que su presencia en el acto respondía a una función de representación de los 3.500 hombres y mujeres que sirven a la Inteligencia española.
En ese sentido, destacó que todos ellos "están para proteger" y apuntó que "la seguridad es mucho mayor" ahora que en el 2003, cuando fallecieron Rodríguez y Vega: "Pero no hay que descuidarla", advirtió Sanz, que no eludió las preguntas de la prensa acerca de la proliferación del terrorismo islámico: "La humanidad a veces pasa por estos trances, pero nuestro servicio siempre sirve para algo", recalcó.
A su vez, el Director del CNI afirmó que el trabajo de sus hombres y mujeres "siempre es difícil y siempre es discreto" e incidió en que "la dificultad no viene de su falta de entrenamiento, que no la tienen, ni de una ausencia de medios, sI no de lo difuso del lugar en el que se encuentran". "Hay que estar preparado para todo, porque puede ocurrir de todo", concluyó Sanz.
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