Una frase aparentemente sencilla como “Dentro del bar no hay humo, si no te gusta, pa’ dentro” ha encendido las redes sociales en Zamora. Un vecino de la ciudad, lanzó este comentario en Facebook y las reacciones no tardaron en llegar. Su publicación, en tono irónico, defendía el derecho de los fumadores en las terrazas mientras enumeraba cosas que a él también le molestaban: “niños, muchos adultos, animales y borrachos”.
La respuesta fue inmediata y apasionada. “¿Cómo puedes comparar el ruido de los niños con algo que es cancerígeno?”, replicaba Daniel Rosón, encendiendo la chispa del debate sobre salud pública y derechos individuales. Otros comentarios se sumaban con humor, ironía o indignación, como el de Ana María Canas, que decía: “¡Y en casa le molestará el niño del vecino de arriba con las canicas!”.
Algunos trataron de bajar el tono. “Es increíble cómo de una reflexión hecha con educación se pueden leer comentarios tan agresivos”, señalaba Ana Inés Robles, reclamando más empatía en la conversación.
También hubo quien amplió el foco: olores corporales, perfumes intensos, meadas de perro... La discusión acabó evolucionando hacia una gran pregunta: ¿qué convivencia toleramos en el espacio público y cuál no?
Mientras tanto, una duda flotaba entre los comentarios: “¿Ya no se puede fumar tampoco en la calle?”. La normativa actual lo permite en espacios abiertos, aunque el debate sobre su restricción en terrazas sigue sobre la mesa en muchas ciudades.
En el fondo, el tema va más allá del humo. Se trata de la convivencia, de cómo compartimos espacios con quien no piensa igual, y de si todos —fumadores o no, padres o no— estamos dispuestos a ceder un poco.
¿Y tú? ¿De qué lado estás en esta conversación con sabor a café y humo?
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