El Gobierno aplica el artículo 155 de la Constitución pero no suspende la autonomía de Cataluña

Sí cesa a Puigdemont, Junqueras y todos los consejeros. Los objetivos de esta decisión son cuatro, según detallo Rajoy: volver a la legalidad; recuperar la normalidad y la convivencia; continuar con la recuperación económica, "que en Cataluña hoy está en evidente peligro por las decisiones unilaterales aplicadas"; y celebrar elecciones en situación de normalidad.

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El Gobierno de España ha decidido aplicar el artículo 155 de la Constitución Española en Cataluña.

Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, explicó que se ha llegado a este punto "de manera unilateral" por la Generalitat, y recordó que "el Gobierno no podía aceptar" el Referéndum ilegal propuesto por el Govern catalán. Además, aseguró que lo sucedido en el Parlamento catalán "se vulneraron los derechos de los diputados de la oposición" los días 6 y 7 de octubre. De igual manera, la Ley de Transitoriedad y la Ley de Independencia situaron al Govern fuera de la ley, pese a que ambas fueron suspendidas por el Tribunal Constitucional, así como la celebración del Referéndum "sin ninguna garantía".

Rajoy explicó que el Gobierno pidió a Puigdemont "que explicase si habían declarado o no la independencia", algo que el Gobierno pudo hacerlo antes "pero preferimos explicar para actuar con prudencia y sentido común esperando una rectificación que no se produjo". El presidente de España también afirmó que "no se pueden haber hecho peor las cosas que como las ha hecho la Generalitat".

Mariano Rajoy aseveró que "nadie por parte de la Generalitat planteó diálogo", y que "trataron de imponer" al Gobierno un modelo de actuación ya que "aplicaron una legalidad paralela saltándose la ley". El presidente recordó "que el diálogo no es que los demás tengan que aceptar obligatoriamente tus exigencias", y que "no es diálogo pretender imponer a los dirigentes que se salten deliberadamente la ley".

Por todo ello, el Gobierno ha decidido aplicar el artículo 155 de la Constitución, lo que "no fue nuestro deseo ni nuestra intención nunca", algo que nunca se había hecho debido a la excepcionalidad. Pero ha sido aplicado "porque ningún Gobierno de ningún país democrático puede aceptar que se ignore y se cambie la ley" con la imposición de unos criterios.

Los objetivos de esta decisión son cuatro, según detallo Rajoy: volver a la legalidad; recuperar la normalidad y la convivencia; continuar con la recuperación económica, "que en Cataluña hoy está en evidente peligro por las decisiones unilaterales aplicadas"; y celebrar elecciones en situación de normalidad. Además, Rajoy recordó que en caso de independencia, Cataluña abandonaría automáticamente la Unión Europea y la Organización Mundial del Comercio.

Por ello, si el Senado lo decide, disolverá el Parlamento Catalán y convocará elecciones el plazo de seis meses, aunque la intención de Rajoy es hacerlo "tan pronto como recuperemos la normalidad institucional". Estas elecciones son lo que quiere la mayoría "y lo que quiere el sentido común", para "abrir una nueva etapa donde la ley se respete".

El resto de medidas, "con el fin de proteger el interés general de la Nación", en el cese del presidente (Puigdemont), el vicepresidente (Junqueras) y los consejeros del Gobierno de Cataluña, cuyas funciones serán asumidas por los Ministerios. El Parlamento de Cataluña, "para garantizar el pleno respeto del Estatuto de Autonomía" puede celebrar debate y votación de investidura, pero las funciones de control correrán a cargo del Senado, y no se podrán tomar iniciativas en contra de las funciones del Estado, pudiendo ejercer este su derecho a veto.

Rajoy reafirmó que "no se suspende el Gobierno de Autonomía de Cataluña y su autogobierno", sino que "se cesa a las personas que han puesto a ese autogobierno fuera de la ley", que ahora "se recupera para todos los catalanes".

España es abierta, democrática, y respetuosa con la libertad, como recordó Rajoy, que asumió "que el momento es difícil pero lo vamos a superar", y mandó un mensaje de tranquilidad a todos los españoles y a los catalanes. También pidió que no se vayan más empresas ni depósitos de Cataluña, ya que eso causará más daño, y remarcó que se apostará "por la normalidad y por trabajar porque todos los catalanes puedan volver a sentirse unidos y partícipes de un proyecto compartido de futuro en Europa que se llama, desde hace muchos siglos, España".

Mariano Rajoy destacó que estas medidas han sido puestas en común con el Partido Socialista y con Ciudadanos, a los que agradeció su apoyo no sólo al Gobierno, sino a "una serie de valores".

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