El acto de homenaje a las víctimas del franquismo celebrado este 14 de abril en Zamora no ha estado exento de polémica. Mientras el equipo de Gobierno se acercaba al monolito erigido junto a la Subdelegación del Gobierno —una iniciativa del propio consistorio para conmemorar la fecha—, un grupo de policías y bomberos protagonizaba una protesta sindical que ha generado malestar en el Ayuntamiento.
El alcalde, Francisco Guarido, ha expresado su descontento a través de su perfil en redes sociales, donde ha calificado la protesta como “una imagen que les debería avergonzar”. A juicio del regidor, la movilización laboral de los cuerpos de seguridad y emergencias ha "empañado" un acto que tenía un marcado carácter político y simbólico.
“¿Cuánto hubiera progresado España si no hubiera habido un golpe de estado franquista?”, planteó Guarido, lamentando que la jornada, dedicada también a la memoria de los represaliados por el régimen, se viera afectada por lo que considera una falta de respeto.
El alcalde ha afirmado que acepta las críticas y movilizaciones frente al equipo de gobierno —como las realizadas ese mismo día bajo su despacho—, pero ha recalcado que “no se puede caer en el ridículo de enturbiar un acto de reivindicación política nacional con demandas laborales”.
Guarido concluyó asegurando que los propios manifestantes “se han desprestigiado a sí mismos”, y añadió que su actitud le produce “pena”. La protesta sindical, enmarcada en una serie de reclamaciones por mejoras laborales en el ámbito de la seguridad y emergencias, ha abierto un nuevo frente de tensión entre el Ayuntamiento y ambos cuerpos de seguridad.
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