El cambio del césped de la Piscina Sindical ha levantado una importante polvareda en forma de polémica entre el Equipo de Gobierno y el Grupo Municipal Popular. El PP pedía explicaciones sobre un cambio que a su juicio debía correr a cargo de la empresa concesionaria, y no salir el dinero de las arcas públicas. Tras eso, el Equipo de Gobierno contestaba y el propio Partido Popular volvía a ofrecer una contestación.
La siguiente reacción llegaba este viernes por la mañana cuando el alcalde de Zamora, Francisco Guarido, mostraba su visión personal al respecto de la polémica en su perfil oficial de Facebook. Lo hacía con el siguiente mensaje:
Desde luego "cuando el diablo no tiene nada que hacer (con cuatro liberados) con el rabo espanta moscas". El césped de la Piscina "Sindical" no da más de sí. Pero me queda perplejo que en un siguiente comunicado el PP aluda a "negociaciones ocultas con la empresa". Ellos sí que saben de esto último después de que el pueblo de Zamora tuviera que pagar 5 millones de € por un edificio municipal que nunca se hizo. Se cree el ladrón que todos son de su condición. Hacer oposición es algo más que lanzar infundios. De lo contrario se cae en "oposición basura".
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