Este año el lema escogido por la iniciativa europea Restart a Heart (Reinicia un corazón), que se celebra cada 16 de octubre, apuesta por el futuro: Los niños salvan vidas. Potencialmente, es indiscutible el éxito que se alcanzaría en todo el mundo si la mayor parte de la población fuese capaz de realizar una resucitación cardiopulmonar (RCP). Hay estimaciones que indican que se podrían salvar más de 100.000 vidas cada año en toda Europa.

En España más de 30.000 personas fallecen todos los años debido a una parada cardiorrespiratoria. En muchos casos, insisten los especialistas, son muertes evitables. “Reconocer la parada cardiaca e iniciar inmediatamente compresiones torácicas, el masaje cardíaco, mientras se aplica un desfibrilador automático son sencillas maniobras que cualquier ciudadano puede realizar y constituyen la reanimación cardiopulmonar básica”, explica Isabel Ceniceros, Directora del Plan Nacional de Resucitación Cardiopulmonar de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC). 

“La RCP y extender la disponibilidad de DEA aumenta las posibilidades de sobrevivir ante una parada cardíaca, como ya se ha visto en los registros de otros países como Suecia y Japón”, prosigue Ceniceros.

LA CADENA DE SUPERVIVENCIA

Los tres primeros eslabones de la cadena de supervivencia son vitales para que una persona que sufra una parada cardíaca tenga posibilidades de sobrevivir hasta que llegue el cuarto eslabón, la asistencia sanitaria.

En estas circunstancias, la rapidez de actuación es fundamental. Lo deseable sería que cualquier persona pudiera empezar la resucitación inmediatamente y aplicar un desfibrilador en menos de 4 minutos, mientras se espera a que lleguen los servicios sanitarios de emergencia. Cada vez es más frecuente encontrarnos con desfibriladores DEA en lugares públicos, su uso es sencillo y seguro para poder ser utilizado por cualquier ciudadano, pero sin una formación en reanimación cardiopulmonar no conseguiremos el objetivo de aumentar las posibilidades de supervivencia de una persona que sufre una parada cardíaca.

La Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) tiene 30 años de experiencia en divulgación y formación de la resucitación cardiopulmonar (RCP), cuyo máximo exponente es el Plan Nacional de RCP que organiza y avala decenas de cursos cada año.

El Plan Nacional de Resucitación Cardiopulmonar de la SEMICYUC, como entidad perteneciente al Consejo Español de RCP (CERCP), tiene dentro de sus objetivos prioritarios la implantación y difusión de los conocimientos, técnicas y métodos de enseñanza de la reanimación cardiopulmonar, siguiendo las recomendaciones europeas del  European Resuscitation Council (ERC).

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