La intervención señala que la UTE Zamora Limpia engordó en más de 10 millones las facturas

El alcalde de Zamora, Francisco Guarido, ha salido tras la Junta de Gobierno, a explicar que el equipo de Gobierno llevará al próximo pleno el informe de la vice interventora sobre el control financiero a la UTE Zamora Limpia en el que se acusa a la UTE de haber engordado las facturas en más de 10 millones de euros.

Este informe de la vice interventora considera que el engorde de las facturas a través de la UTE Zamora Limpia ha sido de 10.168.019 euros que desde el consistorio no dudarán en “usar todas las armas administrativas y judiciales” para conseguir la devolución de esa cantidad.

Este informe desgrana las partidas en las que, siempre según la vice interventora del Ayuntamiento de Zamora, se han inflado las facturas. La principal ‘factura’ que descuadra los presupuestos es la finalización de las amortizaciones de maquinaria del contrato inicial que ascienden a 5.800.000 euros. En limpieza de alcantarillado, la UTE Zamora Limpia ha cobrado 431.000 de más; en tratamiento de residuos, 997.000 euros; en la finalización del primer modificado, 1.387.431 euros; en limpieza de zonas nuevas, 75.329 euros; en la finalización de las amortizaciones del modificado 2, 147.000 euros; por un error aritmético en el modificado 4, 220.112 euros; por contenedores soterrados, 5.258 euros; por el cobro de servicios extraordinarios que ya se encontraban en el contrato, 893.000 euros; y por la compra de nuevo material como papeleras o contenedores, 229.040 euros.

De esta forma, el pasado viernes 29 de octubre se notificó el control financiero a la UTE que ahora tiene 15 días hábiles para alegar. Francisco Guarido quiso señalar que la autora de este control financiero, la vice interventora, cuenta con todo el apoyo del equipo de Gobierno y que será ella quien haga el informe definitivo, tras el plazo de alegación, que será llevado a Pleno para dar cuenta de él.

Las principales facturas engordadas por Zamora Limpia están englobadas especialmente en que nunca se descontaron las amortizaciones de maquinaria, cuyo plazo era de 10 años tanto en el contrato como en los tres primeros modificados. Además, se facturaron conceptos que ya estaban incluidos en la contrata como eran los servicios especiales de Semana Santa, la limpieza de pintadas o la limpieza del mercadillo. También la vice interventora ha destapado la facturación de la compra de contenedores que la empresa tenía que llevar a cabo en la contrata.

Francisco Guarido quiso expresar que no se paga a Zamora Limpia desde marzo, aunque en los últimos días se ha realizado un trasvase de fondos, exclusivamente para gastos de personal, de 840.009 euros por lo que el pago de las nóminas está garantizado.

El informe de la vice interventora se apoya en otro informe, en este caso del Tribunal de Cuentas, en el que había “advertencias duras” por un primer modificado dos años más tarde de firmarse el contrato con un aumento de cerca del 20%. Desde que en el año 2000 se firmara la contrata con Zamora Limpia, el contrato se ha encarecido con cuatro modificados en un 87%, pasando de 2.864.000 euros anuales a 5.358.000 euros en 2016, momento desde el que se mantiene estable. Además de la primera modificación en el año 2002, la segunda tuvo lugar en 2009, meses antes de que se acabara el contrato actual. En 2012 tuvo lugar el tercer modificado y en 2016, con el equipo de Gobierno de Izquierda Unida y el PSOE, el cuarto modificado en el que “por un error aritmético” se asignó una cantidad de 160.000 euros, cuando realmente eran 112.000 euros al coste de trabajadores.

Si no hubiera habido este engorde de facturas, el Ayuntamiento de Zamora, actualmente, debería estar pagando 4.646.000 euros en lugar de los 5.358.000 euros anuales que cuesta el servicio de limpieza viaria, tal y como señala el informe de la intervención.

El informe de la vice interventora alude expresamente a un funcionario jubilado que era el responsable de llevar la contrata de Zamora Limpia pero también entiende que hay responsabilidad compartida entre la administración, en este caso el Ayuntamiento de Zamora, y la concesionaria.