El Índice de Precios al Consumo (IPC) en Castilla y León se mantuvo en el mes de abril con respecto a marzo, pero se disparó un 9,6 por ciento sobre el dato de hace un año, por el repunte de los precios de la vivienda, el transporte y los alimentos. El crecimiento anual fue superior a la media del país, con un ascenso del 8,3, donde la variación mensual indica una caída de los precios del 0,2 por ciento.
Los datos publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), arrojan que en lo que va de año, la inflación creció un 3,8 por ciento, similar a la evolución de España, que anota un 3,3 por ciento.
En la evolución mensual, los precios se mantuvieron por la caída en el sector de la vivienda, con un -7,2 por ciento, y en el transporte, con un -5,2 por ciento. Si bien, los alimentos y las bebidas no alcohólicas subieron un 4,2 por ciento, y el vestido y el calzado un 7,9 por ciento. En la variación anual, el IPC se disparó por el incremento de los precios de la vivienda, el transporte y los alimentos.
Por provincias, los precios subieron, sobre el mes de abril, en todas menos en Burgos, Salamanca y Soria, donde prácticamente se mantuvieron. Así, bajaron un 0,3 por ciento, en el primer caso, y un 0,6 y un 0,3 en los otros dos. Mientras, ascendieron un 0,3 por ciento en Ávila y Valladolid; un 0,1 en León y Zamora, y se mantuvieron en Palencia y Segovia.
En la evolución interanual, los mayores repuntes se registraron en León y Ávila, con un 11 y un 10,9 por ciento, en cada caso. Por encima del nueve por ciento se situaron Valladolid (9,6), Zamora (9,5), Segovia (9,4) y Soria (9,2). El nueve por ciento lo cerraron Burgos y Palencia, y por debajo se situó, con un 8,5 por ciento, Salamanca.
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