La Junta de Castilla y León declaró de emergencia una inversión de 1,93 millones de euros para dotar a los centros dependientes de la Gerencia Regional de Salud (GRS) de Castilla y León de un millón de test de detección rápida de antígenos.
Esta medida forma parte de las acciones realizadas para garantizar que las instalaciones sanitarias de la Comunidad cuentan, en todo momento, con el material necesario para hacer frente a la pandemia de coronavirus. Y, en este caso concreto, para la realización de todas las pruebas de diagnóstico de la COVID-19 que requieran los ciudadanos.
Por otra parte, el Consejo de Gobierno aprobó hoy una partida económica de 941.892 euros que se empleará para la compra de suministros sanitarios necesarios para seguir desarrollando la labor diaria Complejo Asistencial Universitario de Burgos. En concreto se refleja en el acuerdo la adquisición de los apósitos para curas que requieren los profesionales para atender a sus usuarios.
El acuerdo estará en vigor hasta el ejercicio 2023 y "garantiza la atención a cualquier tipo de lesión generada por un deterioro de la integridad cutánea que presenten los pacientes", destacaron desde la Junta.
Entre el material contratado se incluyen elementos como apósitos hidrocoloides con reborde, apósitos de hidrofibra de hidrocoloides, apósitos de alginato, de espuma de poliuretano no adhesivos sin reborde, de carbón activo o en malla de silicona con adherencia en ambas caras, entre otros.
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