¿Cuáles son los coches que se roban más? ¿Los caros o los baratos? Este no es el factor determinante. La variable que más influye en que un vehículo sea víctima de la atención de los amigos de lo ajeno es su antigüedad. Dos de cada tres unidades aseguradas que sufrieron un robo en España tenía más de 10 años. Así se desprende de la información reunida en el estudio Los robos en automóviles. Datos 2020 elaborado por Estamos Seguros, la iniciativa de divulgación de la cultura aseguradora desarrollada por UNESPA.
En las primeras posiciones del ranking de los coches más sustraídos del país abundan los superventas veteranos. Cinco modelos suman el 18% de los robos de vehículos. Son, en concreto, estos: SEAT Ibiza, Volkswagen Golf, SEAT León, Ford Focus y BMW Serie 3. Estos modelos son particularmente codiciados por los ladrones porque, debido a su gran aceptación, existe una importante demanda de piezas para reparaciones.
Los ladrones no se fijan exclusivamente en el modelo de coche, sino en su año de fabricación. Las versiones que les interesan son las de cierta solera. Según muestran los datos aportados por Centro Zaragoza y TIREA para la elaboración del estudio, las versiones de estos coches más dadas a sufrir un robo suelen ser de finales de principios de la década de 2000.
Los superventas son los vehículos protagonizan más robos por la mera razón de que hay muchos en la calle. Esto no quiere decir que sean, necesariamente, los más codiciados. Esta distinción tampoco es para los modelos de alta gama. En absoluto. Los modelos que despiertan más interés entre los amigos de lo ajeno son los coches de vocación puramente urbana y las furgonetas. El ranking lo encabeza, en concreto, un microcoche: el Ligiers-JS. Tiene casi 10 veces más probabilidad de sufrir un robo que el conjunto de la muestra. Le siguen dos furgonetas, la FIAT-Fiorino y la FIAT-Doblo Cargo; y dos minicompactos, el Abarth 500 y el SEAT Arosa. Todos estos modelos tienen cuatro veces más probabilidades de ser sustraídos que la media.
Descenso continuado en los robos
Un aspecto positivo que arroja el informe de Estamos Seguros es el descenso continuado de los robos de vehículos asegurados en España. A lo largo de la década, se ha pasado de unas 203.000 sustracciones en 2011 a poco más de 101.000, al acabar 2020. Es decir, los incidentes se han reducido a la mitad en este espacio de tiempo. Esta mejora es el resultado de un cúmulo de factores, entre los que destacan las sucesivas mejoras introducidas en materia de seguridad por los fabricantes, la acción de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, y el hecho de que desde hace décadas las nuevas viviendas suelen edificarse con garaje, de forma que los coches pasan las noches resguardados y no en la calle.
Un análisis territorial de los incidentes evidencia cómo las provincias donde es más probable padecer un robo del vehículo se encuentran en Andalucía occidental, Castilla-La Mancha, Madrid y Cataluña.
El fenómeno del robo de coches está también muy relacionado con el ámbito urbano. Las provincias donde existen importantes áreas metropolitanas (Madrid, Barcelona, Vizcaya, Valencia, Sevilla…) o son limítrofes a una (Toledo, Guadalajara…) presentan tasas de probabilidad de robo superiores a la media.
El municipio donde es más probable asistir a una sustracción de un vehículo asegurado en España es Sevilla. La capital hispalense triplica la probabilidad media de robo de España. Le siguen Parla, Ciudad Real, Melilla y una localidad de la periferia sevillana: Dos Hermanas. Las tasas de robo de todos estos municipios duplica, con más o menos holgura, la media nacional. Una lectura más detallada de este ranking deja constancia el marcado carácter urbano del robo de vehículos. En el ranking abundan localidades de la periferia madrileña (Fuenlabrada, Leganés, Getafe, Coslada, Móstoles) y barcelonesa (Santa Coloma de Gramenet, Badalona, Cornellà de Llobregat…).
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