Morderse las uñas es para muchos un hábito inconsciente que se realiza en todos los escenarios, también mientras se está conduciendo.
Hacerlo da lugar a distracciones, principal motivo por el que hace siete años un conductor salmantino fue sancionado con 80 euros al conducir "sin mantener libertad de movimientos porque iba mordiéndose las uñas", tal y como constaba la denuncia que explicaba en su día la agencia EFE.
Aunque este no es un comportamiento que esté expresamente prohibido en el Reglamento de Conducción, eL artículo 18 de la Ley de Tráfico y Circulación dicta que "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción". Al mismo tiempo el artículo 17.1 destaca que "los conductores deberán estar en todo momento en condiciones de controlar sus vehículos".
De esta manera, cualquier acción al volante donde las manos estén ocupadas, como por ejemplo mordiendose las uñas, se considera una limitación del movimiento totalmente sancionable. La infracción es leve y la multa es de 80 euros, 40 por pronto pago.
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