Llenar el depósito hoy cuesta 15,55 euros más que hace un año

El precio de la gasolina nunca había estado tan alto: alcanza ya los 1,538 euros/litro. El del diésel sube a los 1,422 euros/litro y se queda a dos céntimos de su récord histórico.

 Gasolinera gasolina repostaje
Gasolinera gasolina repostaje

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte que el precio medio de la gasolina esta semana en España es de 1,53804 euros y marca un récord histórico absoluto, superando incluso el que se alcanzó en septiembre de 2012 (1,52248 euros). Este nuevo máximo supone una subida de un 25,3% respecto a hace un año.

OCU denuncia que esta espectacular subida de precios supone un serio quebranto para el bolsillo de los consumidores. Llenar un depósito de gasolina cuesta hoy de media 76,90 euros, cuando hace un año suponía 61,35 euros; es decir, implica un gasto extra de 15,55 euros. La cifra es aún mayor si se compara con el inicio de la escalada de noviembre de 2020, cuando el coste de repostar era de 57,10 euros lo que equivale a pagar casi 20 euros más (19,8 euros).

El precio del diésel también ha subido de forma extraordinaria, hasta los 1,422 euros/litro, un 28,3% más que hace un año (y un 40,2% más que en noviembre de 2020). Queda a solo dos céntimos de su máximo histórico, pero con el ritmo actual de subidas se podría alcanzar la semana que viene o, a lo sumo, dentro de quince días. El caso es que ahora repostar 50 litros de diésel supone pagar 71,11 euros, cuando hace un año costaba 15,7 euros menos (se pagaba 55,41 euros); respecto a primeros de noviembre de 2020 (15 meses), supone ya sacar de la cartera un billete de 20 euros más (20,4 euros para ser exactos) pues entonces suponía desembolsar 50,71 euros.

OCU advierte que los consumidores tienen pocas herramientas para impedir estas subidas, pero sí pueden tomar algunas medidas para amortiguar su impacto. La principal de ellas (además de tratar de racionalizar el uso del vehículo u optar, en el momento de la compra, por automóviles con menor consumo) es buscar aquellas estaciones de servicio que tengan precios más interesantes para los consumidores. Según nuestro último estudio, entre las cadenas más caras (que coinciden con las grandes cadenas, que tienen las redes de distribución más extendidas, como Repsol, Cepsa o BP), y las más baratas (que coinciden con cadenas low-cost como GasExpress o Petroprix, las asociadas a cadenas de supermercados, como BonÀrea, GMOil, Alcampo o E.Leclerc, así como algunas independientes, sobre todo aquellas asociadas a cooperativas agrícolas), los ahorros pueden alcanzar cerca del 20% de media.

Estas subidas son una pésima noticia para la economía de las familias, que a los exagerados precios de la electricidad y el gas suman los de los carburantes. Un sobreesfuerzo muy importante. Además, OCU denuncia la doble factura que supone estos incrementos del precio de la energía a través de la repercusión en el precio de diferentes bienes y servicios.

 

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