El Sindicato de Enfermería, SATSE, en Castilla y León denuncia que este verano volverán a producirse cierres de camas en los hospitales de la Comunidad, 335 camas en concreto.
SATSE ha realizado un detallado análisis de la previsión de cierres de camas de cara al próximo periodo estival y ha constatado que se vuelven a establecer cierres programados en los centros hospitalarios de Castilla y León que se mantendrán los meses de julio, agosto y septiembre. En concreto, y según los datos recabados por SATSE, en verano se cerrarán, al menos, 335 camas hospitalarias en Castilla y León.
Por provincias, en Ávila se cerrarán 28 camas, en Burgos serán 38 del HUBU, 59 en Palencia, 6 en Salamanca, 27 en Segovia, 27 también en Soria y 150 en Valladolid (49 en el Hospital Río Hortega, 73 en el Hospital Clínico y 28 en el Hospital de Medina del Campo). Mientras, en la provincia de León no hay previsión de cierres (salvo la unidad de paliativos del Hospital Monte San Isidro, que se clausura por obras), como tampoco en Zamora, aunque en esta última provincia se mantiene cerrada una planta en el Hospital Virgen de la Concha, la H61 (antigua unidad de neumología, con 28 camas) que está cerrada desde el mes de mayo.
SATSE también se muestra preocupado porque en los próximos meses estivales, al cierre de camas y el déficit de enfermeras se suma al periodo vacacional de estas profesionales y suponga que se modifiquen turnos y jornadas laborales de algunas enfermeras y enfermeros de los hospitales de Castilla y León con el objetivo de hacer frente a la falta de personal enfermero.
SATSE subraya que el cierre de camas es algo especialmente grave porque genera un progresivo incremento de la presión asistencial, tanto en urgencias, plantas como en las UCIs, y un aumento de las listas de espera, cuando se debería trabajar para reducirlas.
Al respecto, el Sindicato de Enfermería estima que “cerrar camas conlleva que en los hospitales no se puede garantizar una atención y cuidados óptimos al conjunto de la ciudadanía que, lógicamente, también enferma y tiene problemas de salud en verano que no pueden esperar a después de septiembre”.
Asimismo, en comunidades como la de Castilla y León, la presión asistencial se ve incrementada en verano por la llegada a todas las provincias de población de otras comunidades debido a las vacaciones. El número de festejos y fiestas, accidentes de tráfico, etc., contribuyen a que la presión sobre los hospitales aumente, lejos de reducirse “por vacaciones”.
Por su parte, las enfermeras y enfermeros tienen que hacer frente a esta situación agotados y exhaustos, tanto física como psicológicamente, ya que arrastran una enorme sobrecarga asistencial durante todo el año por la existencia de unas ratios de pacientes por enfermera muy elevadas en nuestros hospitales, según SATSE. Esa sobrecarga se suma a la falta de un número suficiente de profesionales por el periodo estival.
“Se carga, un año más, en las espaldas de los profesionales la responsabilidad de atender a los ciudadanos en unas condiciones muy precarias”, apunta SATSE, que llama la atención sobre otra consecuencia negativa de estos cierres: que en muchas ocasiones suponen el aumento de pacientes desplazados dentro del mismo hospital de las unidades clausuradas a otras unidades que no se corresponden con su patología, con el consiguiente riesgo añadido para su salud y seguridad.
SATSE Castilla y León lleva años demandando medidas que aumenten el número de enfermeras que trabajan en SACYL e insiste en que es absolutamente necesario que cualquier unidad o servicio que se habilite vaya dotado con el número necesario y suficiente de enfermeras y enfermeros, o de lo contrario, la atención sanitaria que se presta se puede ver resentida.
Las medidas también pasan por contratos de más larga duración y medidas que les permitan conciliar mejor su vida familiar y laboral. En este sentido, el Sindicato de Enfermería reitera en que es necesaria una adecuada planificación de la jornada laboral para que puedan conocer con un mínimo de antelación sus turnos de trabajo.
EBAU
A la vez, la Junta de Castilla y León debería impulsar medidas que posibiliten que los estudiantes de Castilla y León puedan estudiar Enfermería en nuestra Comunidad. Hasta ahora, el distinto nivel académico exigido en la EBAU según las comunidades autónomas está haciendo que los estudiantes que acceden a las facultades de Enfermería de nuestra Comunidad sean de otras autonomías, los cuales, tras concluir sus estudios regresan a sus territorios.
SATSE incide en que si hasta ahora la asistencia se está garantizando no es porque los servicios sanitarios estén adecuadamente dotados de recursos enfermeros sino por el enorme sobreesfuerzo que han realizado y realizan las enfermeras y enfermeros, con plantillas insuficientes y asumiendo el trabajo de compañeros que a veces no son sustituidos. Por ello, concluye que la Administración Sanitaria debe valorar este esfuerzo titánico no perpetuando esta situación en el tiempo.
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