La lucha de una zamorana por salvar a su marido tras un grave accidente comienza a ver la luz gracias a AUGC
El pasado 21 de marzo la zamorana Montse Alonso García recibía la triste noticia: su marido Alejandro, agente de la Guardia Civil y padre de sus dos hijos, había sufrido un accidente de moto.
La pasada semana, AUGC anunciaba la apertura de un número de cuenta en el Banco Santander (ES81 0049 3830 7123 1404 8953) para que los compañeros que lo deseen puedan participar en la campaña de ayuda económica a nuestro compañero Alejandro González y su familia. En los ingresos debe figurar, como titular de la cuenta, AUGC, y en el asunto 'ayuda solidaria para Alejandro'.
Como se recordará, Alejandro, destinado en el Destacamento de tráfico en Santa Olalla de Cala (Huelva), sufría el pasado 21 de marzo un grave accidente con su moto particular tras una salida de vía. Fue trasladado de urgencia al Hospital de Zafra y posteriormente derivado al Hospital de Badajoz, donde fue intervenido de gravedad de las lesiones sufridas e ingresado en la UCI hasta el día 26 de abril.
Dicho hospital emitió un informe donde aconsejaban e insistían en el traslado de Alejandro al Hospital de Parapléjicos de Toledo, por ser el de referencia nacional y especialista en la recuperación del paciente, pero la compañía Adeslas no autorizó este traslado, y en cambio el día 26 de abril lo realizó al Hospital “Los Madroños” en Brunete (Madrid).
Ante el descontento de la familia por el traslado, ya que el mismo no era aconsejable por encontrarse en estado crítico y respiración asistida (hay que tener en cuenta que la ambulancia tardó cuatro horas en llegar) unido a que ese mismo día la situación de Alejandro empeoró después del viaje, su mujer, Montse, decidió ponerse en contacto con AUGC pidiendo ayuda, ya que temía por su vida. De hecho desde este hospital le dijeron que no estaban preparados en la UCI para el problema de Alejandro y que deberían regresar al Hospital de origen. Se puso una queja a Adeslas, pero no lo cambio a otro hospital mejor.
AUGC se puso a su entera disposición y se realizaron todas las gestiones necesarias hasta conseguir el ingreso de Alejandro en el Hospital de Parapléjicos de Toledo. Finalmente, el traslado a Toledo se produjo el lunes 10 de mayo, acompañado por una comitiva de compañeros, integrada por agentes de la Agrupación de Tráfico de Móstoles, representantes de AUGC, y miembros de la Hermandad de Veteranos y Amigos de la Guardia Civil y la asociación Ángeles Verdes, entre otros.
Sin embargo, la desafortunada aventura hospitalaria de Alejandro González no ha terminado aún. Así, en los últimos días ha empeorado. Tiene la vesícula muy inflamada y problemas de corazón.
Desde el Hospital Nacional de Parapléjicos consideran que su centro no está preparado para estos problemas de salud, ya que se dedican a la rehabilitación de los pacientes con lesión medular. Así que la familia esperaba que fuera trasladado, para su atención a un hospital generalista de Toledo, desde donde, una vez intervenido, pudiera volver al centro de Parapléjicos, para seguir con la rehabilitación de su lesión medular.
Sin embargo, no es así. Al llegar al Hospital Virgen de la Salud de Toledo consideraron que ante la saturación de las intervenciones que sufren, la situación del guardia civil no es tan grave, y lo volvieron a remitir al Centro de Parapléjicos. Allí le informaron de que lo iban a derivar al Hospital de Badajoz de nuevo. Donde informaron que no lo aceptban y que lo derivaban al Hospital de Mérida.
Para AUGC, es evidente que, en su actual estado, Alejandro no puede ir siendo trasladado de un hospital a otro, y menos en traslados de tantos kilómetros. Por ello apelamos al Gobierno de Castilla-La Mancha, y a su presidente, Emiliano García-Page, para que ayudase a Alejandro y a su familia. Finalmente, García-Page ha atendido la llamada de AUGC y ha accedido a que Alejandro sea opeado en el Hospital Virgen de la Salud de Toledo.
Desde AUGC, lógicamente, quierens reconocer este gesto y agradecer al presidente castellano manchego que nuestro compañero pueda ser intervenido en el centro más cercano posible, ahorrándose así un largo viaje que habría supuesto un serio riesgo para su vida.
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