Sonaba como ministrable, pero finalmente no estará en el nuevo Ejecutivo. Fernando Martínez-Maíllo se mantendrá, por el momento, como diputado raso y con la responsabilidad de ser el número tres del Partido Popular a nivel nacional desde su cargo como vicesecretario de Organización. En la nómina de nuevos cargos facilitada por Mariano Rajoy no está el político zamorano ni tampoco algunos de los dirigentes que, como él, asumieron cargos fuertes dentro de la organización en junio del año 2015, como Pablo Casado o Andrea Levy. La renovación ha llegado desde otros ámbitos.
A pesar de ello, y al igual que ha hecho el resto de los vicesecretarios, Maíllo ha expresado desde el principio su apoyo al nuevo Ejecutivo: "Una gran alineación para un Gobierno dialogante, renovado y a la vez experimentado. ¡Enhorabuena a mis compañeros!", escribió el presidente del Partido Popular de Zamora en su cuenta oficial de Twitter apenas unos minutos después del anuncio de los ministros.
COSPEDAL, AL GOBIERNO
Una de las noticias principales que deja la formación del nuevo Gobierno es la entrada de María Dolores de Cospedal, que será la nueva ministra de Justicia, una vez jure el cargo este viernes a eso de las nueve de la mañana. La secretaria general del Partido Popular y expresidenta de Castilla-La Mancha era una de las que más fuerte sonaba para adueñarse de una cartera y, finalmente, la rumorología ha acertado con ella.
En un principio, su entrada en el Gobierno parecía anticipar un inminente cese de sus funciones como secretaria general de los populares, ante las dificultades que podría generar el hecho de compatibilizar dos cargos de esa responsabilidad. De hecho, muchos analistas daban por hecho que Cospedal tendría que elegir entre su anhelo de encabezar un Ministerio o el manejo del aparato del partido.
Sin embargo, en su comparecencia posterior al anuncio del Gobierno, el portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, aseguraba que no existe incompatibilidad entre el cargo de ministra y el de secretaria general, una afirmación que abre la puerta a la continuidad de Cospedal como número dos de la organización y que aleja la posibilidad de que Martínez-Maíllo, uno de los que partía con más opciones para sustituirla, logre un ascenso interno de manera inminente.
Todo apunta a que, por el momento, el expresidente de la Diputación de Zamora tendrá que esperar, al menos, al Congreso Nacional del PP, que debería celebrarse a principios de año, para saber si cuenta con opciones de convertirse en el nuevo responsable de la Secretaría General de la organización.
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