El mapa de la sequía en Zamora: varias zonas en situación de prealerta
Pese a que las lluvias de mayo y junio trajeron un halo de esperanza, el nivel de prealerta se encuentra activo ya en varias zonas al inicio de agosto
La falta de lluvias durante este 2023 ha provocado ya activación del Plan de Emergencias por Sequía en varias zonas de la geografía española. La primera de ellas ha sido Cataluña que desde la próxima semana comenzará con restricciones de agua para tratar de paliar esta situación.
Pese a que la situación en el oeste de España es más halagüeña, la Cuenca del Duero cuenta ya con varias zonas en prealerta en el ecuador del verano en un inicio del mes de agosto que, como es habitual, no traerá consigo precipitaciones que puedan revertir los niveles.
La Confederación Hidrográfica del Duero ha publicado el pasado martes el informe mensual de seguimiento del plan especial de sequía en la parte española de la demarcación hidrográfica del Duero. Un informe que deja varias zonas de la demarcación geográfica en prealerta por sequía.
Bajo Duero y Esla son las dos unidades territoriales que afectan a la provincia de Zamora y que se encuentran en esa situación de prealerta. No obstante, el informe de la CHD matiza varios aspectos en lo que refiere a la zona del Bajo Duero.
En la UTE del Bajo Duero no existen infraestructuras de regulación significativas, por lo que no es posible establecer unos criterios de escasez similares a los del resto de zonas. No obstante, en esta zona existen importantes demandas que son abastecidas desde embalses situados en otras UTE, principalmente de la UTE Alto Duero (mediante el embalse de Cuerda del Pozo) y la UTE Pisuerga (principalmente desde el embalse de Aguilar de Campoo).
No obstante, los niveles de la Cuenca del Duero se encuentran muy lejos de los niveles de alerta fijados por el Ministerio de Transición Ecológica que obligarían a las comunidades a tomar medidas como la de racionalizar el agua, como ha ocurrido en Cataluña esta última semana.
SEQUÍA PRONLONGADA EN LA CUENCA DEL DUERO
La sequía prolongada, muy relacionada con la habitualmente conocida como sequía meteorológica, obedece a una situación natural independiente de las demandas originadas. Se produce directamente por la falta de precipitaciones, que ocasiona como uno de sus efectos una importante reducción de los caudales naturales circulantes.
Si objetivamente se produce esa circunstancia, pasan a ser de aplicación los caudales ecológicos definidos normativamente para situación de sequía prolongada, más bajos que los correspondientes a una situación normal.
Los indicadores de Sequía Prolongada (normalmente basados en precipitaciones o aportaciones en régimen cuasi-natural) valoran, de forma objetiva, si las Unidades Territoriales de Sequía (UTS) definidas en los PES se encuentran o no en situación de sequía prolongada a los efectos normativos establecidos.
Por tanto, existen dos únicas situaciones posibles para cada UTS: sequía prolongada o ausencia de sequía prolongada. En la Cuenca del Duero se encuentran en situación de sequía prolonagada casi todas las demarcaciones salvo Bajo Duero que se encuentra en 'Normalidad'.
Reserva hídrica del Duero
La reserva hídrica de los embalses de la cuenca del Duero ha bajado en la última semana hasta quedarse con un total de 4.028 hectómetros cúbicos, el 53,7 por ciento de su capacidad, lo que supone un descenso de 1,8 puntos porcentuales, ya que la pasada semana se encontraban al 55,5 por ciento.
Según los datos facilitados por el Ministerio para la Transición Ecológica, los embalses del Duero se quedan en 4.028 hectómetros cúbicos (hm3), de una capacidad total de 7.507 hm3, lo que representa un 53,7 por ciento del total, por encima del dato nacional, que arroja un porcentaje de reservas del 42,2 por ciento
El agua embalsada este año en la cuenca del Duero continúa por encima de la cantidad que había en las reservas en las mismas fechas de 2022 (3.278 hectómetros cúbicos), pero cerca de 1.000 hm3 por debajo de la media de los últimos diez años (4.985 hm3).
Sequía meteorológica
La Agencia Estatal de Meteorología, AEMET, alerta además de la sequía meteorológica a la que se enfrenta la península. Desde el 1 de octubre de 2022 hasta el 1 de agosto de 2023, en España se han registrado 483 l/m²: un 15 % menos de lo normal. Estos diez primeros meses del año hidrológico 2022-2023 son los terceros más secos de la serie, solo por detrás de 2004-2005 y 2011-2012.
El cuarto período octubre-agosto más seco de la serie correspondió, además, al año hidrológico 2021-2022. Por ello, la AEMET asegura que: "Aunque el final de la primavera y el comienzo del verano fueron inusualmente lluviosos, esas precipitaciones fueron insuficientes para acabar con la sequía meteorológica de larga duración que arrastra nuestro país desde diciembre de 2022".
Por provincias, las más afectadas por la sequía meteorológica de larga duración se encuentran en el nordeste peninsular, aunque también se deja notar en el resto del tercio norte y en provincias de la mitad sur.
El próximo trimestre probablemente será más cálido de lo normal, lo que se traduce en tasas altas de evaporación. Sin embargo, podría ser más lluvioso de lo normal en buena parte del país, pero, aseguran: "No sabemos si será suficiente para aliviar la sequía meteorológica".
Por último, la Agencia Estatal de Meteorología pone de manifiesto como: "Una sequía de larga duración solo finaliza cuando es sustituida por un largo período de precipitaciones intensas y persistentes, más abundantes de lo normal. Eso es lo que sucedió en 1996, cuando terminó la gran sequía de los años 90, o en la muy lluviosa primavera de 2018".
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