Mar Rominguera ya conoce la responsabilidad de desempeñar un cargo de representatividad de ámbito nacional, después de haber sido senadora durante parte de la pasada legislatura y afronta desde hoy la de defender desde el Congreso de los Diputados las necesidades de los habitantes de Zamora.
Toma posesión, precisamente, en el primer pleno del Congreso. ¿Ha habido vacío de representación en estos ocho primeros días del recién iniciado curso político al no haber diputado socialista por Zamora tras la renuncia de Antonio Camacho?
No, no. No pasa nada porque la declaración de bienes y de actividades, que es fundamental para poder empezar, está ahí. El hecho de que no haya tomado posesión directamente en el Congreso no significa nada. Si por algún motivo es importante o es muy necesario que por algún asunto que ocurra inmediato que la diputada por Zamora esté, pues entonces pasaría como pasó cuando tomé posesión en el Senado, que habría tomado posesión mediante acta notarial aquí, en Zamora.
Será difícil tener más experiencia en más cargos distintos.
La verdad es que sí. El otro día me preguntaban que si yo era una mujer de partido y dije que sí. Soy una mujer de partido porque estoy a disposición de lo que mi partido decida y, en esta ocasión, es esto y estoy encantada y muy orgullosa, además, de representar a los zamoranos, a todos: a los que votaron al PSOE y a los que no porque a hora de luchar por esta provincia, es así.
¿Seguirá la estela del partido y de lo que venía haciendo Antonio Camacho?
Pues claro. Va a ser así. Por supuesto, mi declaración de principios, mi forma de trabajar tiene como base el programa del Partido Socialista y las ideas socialistas y luego, por supuesto, continuar con la labor que inició Antonio Camacho y seguir llevando propuestas y trabajando, claro.
¿No será complicado mantener la tensión en cuanto a que cada acción, cada valoración y cada comentario que hacía Camacho saltaban de inmediato a la primera línea informativa?
Puede que no. Yo entiendo que la forma en que eso afecta a los ciudadanos depende, sobre todo, del trabajo que se haga, al margen de que es verdad que Antonio fue ministro y que esa figura llamaba más la atención. Yo entiendo que no, que va a ser trabajar, no un trabajo extra sino mucho trabajo pero eso es para lo que estamos.
¿Se ha tomado algún café con él para pedirle algún consejo?
Hemos hablado por teléfono ya en varias ocasiones pero como ha sido una fecha tan complicada por aquello de las vacaciones pues no estábamos pero hemos hablado por teléfono y tenemos pendiente ese café que nos tomaremos en cuanto yo llegue a Madrid.
Respecto a la parte local, se hará cargo de parte de su tarea Ismael Aguado, tal y como se ha venido diciendo?
En principio, eso es una cosa que tendríamos que decidir entre todos. Yo ya he presentado mi renuncia a las retribuciones que venía percibiendo del Ayuntamiento. Luego, el cargo de diputada no es incompatible con el de concejala, así que vamos a ver en qué medida es factible que me vaya ahora. Se dio por hecho pero no está hecho. No lo habíamos hablado ni lo habíamos consultado ni nada. Yo ni siquiera estaba en España cuando se produjo el anuncio.
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