El pasado 11 de mayo de 2025, el Mercado de Abastos cumplió 121 años. Más de un siglo de historia durante el cual generaciones de comerciantes se han sucedido, a la espera ahora de un nuevo renacer para este emblemático liceo comercial. Las obras de rehabilitación avanzan según lo previsto y, como era de esperar, no han tardado en salir a la luz importantes restos arqueológicos.
Segundo Viloria, arquitecto responsable del proyecto, ya era plenamente consciente de que el mercado se levantaba sobre una antigua necrópolis y sobre los restos de la iglesia románica de San Salvador de la Vid. Así lo dejó documentado, señalando las zonas donde se preveían hallazgos. No fue necesario excavar demasiado para comprobar que no se equivocaba.
Pero estos vestigios no son los únicos secretos que han emergido durante la rehabilitación. La historia oculta entre los muros del mercado comienza a desvelarse. Uno de los descubrimientos más llamativos ha sido la aparición de antiguos rótulos, revelados al desmontar la estructura original del sótano.
La cuenta Patrimonio Gráfico, gestionada por el zamorano Javier García, ha dado difusión a estos hallazgos, que forman parte del legado visual e identitario de la ciudad. Se trata, además, de los rótulos más antiguos que se conservan del mercado, pintados a mano directamente sobre el armazón de hierro.
Hasta el momento, se han podido documentar los rótulos correspondientes a siete puestos de venta: dos de pescadería de la familia Clavo con el lema “La flor de Vigo”; uno de despojos identificado como “Romero”; dos puestos de casquería (uno numerado como 18 y otro con una tipografía sombreada); un puesto de escabeches y salazones; y una salchichería-carnicería con el dibujo de un cerdo de aspecto triste, tal y como recogen las imágenes compartidas en dicha plataforma.
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