El Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollocomunitario, un posgrado pionero por su semipresencialidad que ha dados sus frutos

Este es el décimo aniversario de este posgrado que ofrece la Universidad de Salamanca que, desde que cambió su modelo de enseñanza, ha duplicado el número de alumnos y triplicado el número de estudiantes internacionales.

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Este curso académico, el Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollo comunitario está de aniversario. Y es que se cumplen 10 años desde que la Universidad de Salamanca comenzó a impartir unos estudios de claro carácter multidisciplinario que cuenta, eso sí, con la Antropología como base.

Desde hace cinco años, el director del Máster es el profesor José Antonio Martín Herrero, quien recogió el testigo de Francisco Giner Abati, impulsor del posgrado. Durante este todo este tiempo, según explica, se han ido adaptando a los nuevos tiempos y demandas de la sociedad, actualizando tanto el programa como el equipo docente “siempre buscando la excelencia y a los mejores profesores en cada una de las materias”.

Sin embargo, el principal cambio que ha hecho el Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollo comunitario fue transformarse en un máster semipresencial. Un cambio que, además de “mucho trabajo y esfuerzo” para mantener los estándares de calidad, supuso una apuesta de futuro arriesgada.

Eso sí, una apuesta que les está dando sus frutos, ya que han duplicado el número de alumnos anuales y han triplicado el número de estudiantes internacionales, según reconoce José Antonio Martín Herrero. De hecho, detalla que, a día de hoy y sin haber cerrado el plazo de matrícula, “casi la mitad de nuestros alumnos admitidos son extranjeros”. De ellos, 12 de nacionalidad china que ya han sido admitidos y que están en proceso de matriculación para el curso 2020-21.

Dicha apuesta por la semipresencialidad ha hecho que la Universidad de Salamanca, al igual que en otros muchos aspectos, sea pionera en este modelo de docencia, en lo que se ha convertido “un referente nacional e internacional”.

El director del Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollo comunitario concreta que la semipresencialidad consiste en impartir presencialmente (en la Facultad de Psicología) las cinco primeras semanas del curso. El resto se hace de manera online, a través de la plataforma Studium, con la supervisión y el apoyo de los docentes y la suya propia como director del posgrado.

Es decir, pese a cursarse de manera online, los alumnos están “permanentemente acompañados”, siendo esta una de las propias señas de identidad del Máster y que, probablemente, le esté facilitando alcanzar tal éxito, ya que el estudiante no deja de recibir atención durante todo el curso, incluso a través de un grupo de WhatsApp para lograr interacciones más rápidas.

Y no sólo eso, sino que si alguno de los alumnos tiene dificultades para asistir a las cinco semanas presenciales, pueden seguir las clases gracias a la “docencia remota síncrona”, ya que se emiten en directo vía online ya sea a través de Studium o de Meet, “lo que permite al alumno interactuar con el profesor en directo” además de quedar las clases grabadas y poder, por tanto, visualizarse en cualquier momento.

“Creemos que el entendimiento entre las distintas clases, género y nacionalidades sólo es posible desde el respeto y el conocimiento del otro”

El Máser en Antropología aplicada: Salud y Desarrollocomunitario está adscrito a la Facultad de Psicología, pero trata de formar a especialistas que aborden problemas en el ámbito tanto de la salud como del desarrollo en entornos culturales, tanto en España como en el ámbito internacional.

Por ello, el perfil de ingreso más habitual es para alumnos antropólogos, de ciencias sociales, psicólogos o “cualquier otra formación académica universitaria que suponga en el alumno un interés por las variables culturales y su papel como variable independiente en la conducta humana”.

En definitiva, crear proyectos que permitan resolver la base para resolver los problemas y las desigualdades que se han creado con la globalización. Una globalización que, eso sí, sostienen que es buena, una idea que va incluida en su ADN como antropólogos, ya que “el entendimiento entre las distintas clases, género y nacionalidades solo es posible desde el respeto y el conocimiento del otro”.

También sostienen, como antropólogos la igualdad de clases sociales y género. Por ello en el posgrado forman al estudiantado en el respeto al otro y al diferente, en la tolerancia y en la colaboración-acción. “En dos palabras, formamos en antropología aplicada”, sentencia el director del Máster.

Diversas salidas profesionales que van desde el diseño y gestión de políticas públicas hasta la docencia

El Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollo comunitario ofrece varias y variadas optativas, estudiándose desde las enfermedades tropicales (hay un bloque de contenidos dedicados a esta materia, con los mejores profesionales del país en enfermedades tropicales) hasta Nutrición y Salud Materno Infantil. En todas ellas se tiene “un nivel de exigencia muy elevado”, lo que incluso puede llevar a que alguna asignatura no se llegue a impartir si no se encuentra al profesorado idóneo para ello.

Esta amplia variedad permite, también, un gran número de salidas profesionales, puesto que un antropólogo ha de estar preparado para aspectos como de desarrollar la comparación intercultural y el análisis de la complejidad social en cualquier espacio geográfico y social incluyendo las comunidades virtuales; así como para la gestión de la diferencia y los conflictos que su presencia genera en sociedades con una clara tendencia creciente a la multiculturalidad.

Por lo tanto, algunas de las salidas laborales son desde el diseño y gestión de políticas públicas para las relaciones interculturales hasta la docencia, especialmente la universitaria pero también la secundaria -previa realización del MUPES- pasando por el diseño y gestión de programas de desarrollo territorial, especialmente local o el asesoramiento en pautas culturales de alimentación en empresas del sector.

El resto de salidas laborales, que son numerosas, se pueden consultar en la página web del Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollo comunitario y las mismas se pueden encontrar tanto en nuestro país como fuera del mismo.

Otra de las salidas más habituales es la carrera investigadora. De hecho, el posgrado persigue profesionales que después investiguen y pongan en marcha lo que han aprendido y muchos de los TFMs son prácticamente tesis doctorales -de hecho, muchos son las bases de las futuras tesis-.

El trabajo en equipo, una de las competencias básicas


Otro de los aspectos que se tratan en el Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollocomunitario es el trabajo en equipo, algo que incluso se llega a exigir dada la naturaleza del posgrado. Este trabajo en equipo se fomenta desde la Dirección del Máster, así como el sentimiento de ayuda mutua como uno de los pilares del trabajo.

Y es que, como refleja José Antonio Martín, es necesario que los estudiantes tengan capacidad para el desarrollo y aplicación de los principios que les facilitarán la capacidad de interaccionar y entenderse bien con organizaciones complejas (burocracias), tanto en países occidentales como en países en desarrollo, para comprender procesos políticos y tomar decisiones y el conocimiento de cuándo y cómo generalizar de una comunidad o país a otros.

Además, también es vital cara a su futuro que los estudiantes aprendan a participar en equipos interdisciplinarios con otros profesionales, debatiendo y reflexionando sobre las actividades desarrolladas. Un futuro que, cursando el Máster en Antropología aplicada: Salud y Desarrollocomunitario, estará garantizado.

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