Mitos, leyendas y realidades de las gasolineras 'low cost'

Una gasolinera
Una gasolinera

Las gasolineras ‘low cost’ (bajo coste) son cada vez más un elemento habitual, pero se mantiene el debate sobre si la calidad de combustible que ofertan es peor que en el resto de estaciones de servicio, y por eso su precio es más bajo. Según explican las asociaciones de fabricantes y concesionarios de coches, nada más lejos de la realidad. Se trata de un mito cuya explicación responde a los aditivos del combustible y el coste laboral.

En primer lugar, cabe destacar que muchas de estas gasolineras utilizan el pago con tarjeta, con lo que reducen el gasto en personal. Por otro lado, el combustible que sale de las refinerías cumple unas normas de calidad, que una serie de controles y es exactamente igual para todas las estaciones de servicio. Cada empresa añade aditivos, o no, al combustible que llega a sus depósitos, y ahí varían los precios del producto final.

Los aditivos son productos químicos que añaden alguna característica al combustible, consiguiendo mantener limpios los conductos, conseguir un mayor octanaje y dar algo más de potencia, o bien prolongar la vida del motor, aumentar la eficiencia de combustión y contaminar menos.

Si una compañía incluye aditivos, el precio del combustible aumenta. Las gasolineras ‘low cost’ venden combustible básico, pero que pasa los controles de calidad, que sale de las refinerías y que es totalmente recomendable para el coche. La única diferencia es que no tiene aditivos.

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