Un nuevo sensor permite detectar éxtasis de forma rápida y sencilla

Se trata de un sistema de nanopartículas que da una respuesta visual inmediata: diluida una pastilla en agua, si es de éxtasis, aumenta la fluorescencia. Tráfico considera que podría duplicar y triplicar los controles a conductores
 

Investigadores de la Universitat Politècnica de València, el CIBER de Bioingeniería, Biomateriales y Nanomedicina (CIBER-BBN), la University of Southern (Dinamarca) y el Institute of Polymer Chemistry (ICP)-Johannes Kepler University (Linz, Austria) han desarrollado un nuevo sensor que permite detectar éxtasis de una manera sencilla, fiable, rápida y selectiva. Se trata de un sistema de nanopartículas que da una respuesta visual inmediata: diluida una pastilla en agua, si es de éxtasis, aumenta la fluorescencia, lo que permite la detección inmediata de la droga.

Un trabajo del que ya ha tomado nota la Dirección General de Tráfico (DGT), que considera que podría duplicar y triplicar los controles a conductores. Y es que el éxtasis es una de las drogas más consumidas en la actualidad. Se trata de un psicoestimulante que puede provocar, entre otros efectos, problemas de memoria, paranoia, insomnio, hipertensión e, incluso, fallos cardiacos. Hasta ahora, esta droga se detecta y cuantifica mediante técnicas como la electroforesis capilar, espectroscopía o cromatografía.

“Se trata de métodos totalmente válidos, pero que requieren del uso de un equipamiento técnico caro y de personal cualificado. Nuestro sistema destaca por su facilidad de uso, bajo coste y alta fiabilidad”, Beatriz Lozano, investigadora del Instituto Interuniversitario de Investigación de Reconocimiento Molecular y Desarrollo Tecnológico en la Universitat Politècnica de València.

El método diseñado por los investigadores españoles, daneses y austríacos consiste en un material híbrido que incluye un soporte inorgánico cargado con un colorante -en este caso fluoresceína- y funcionalizado con una molécula orgánica derivada del naftol. El colorante queda retenido cuando el bluebox –molécula ampliamente utilizada en química- se coordina al naftol formando una puerta molecular y ante la presencia de éxtasis en la muestra analizada, se produce una variación de la fluorescencia, cuya intensidad varía en función de la concentración de droga detectada.

“Anteriormente ya había sido descrita la afinidad del BlueBox por diferentes neurotransmisores como la dopamina, y debido al parecido estructural entre dicho neurotransmisor y el éxtasis, pensamos que sería buena idea intentar que la “puerta molecular” pudiera abrirse en presencia de la droga y liberar así el colorante que da la respuesta fluorogénica”, explica Beatriz Lozano, que desarrolla su investigación, asimismo, dentro de uno de los grupos del CIBER-BBN.

Según las pruebas desarrolladas en laboratorio, este nuevo sistema destaca, entre otras características, por su alta sensibilidad, hasta 0’95 microgramos/mililitro. De cara al futuro, los investigadores señalan que el siguiente paso sería incluir el material híbrido en una placa de aluminio, “para que la detección sea todavía más inmediata e in situ”.

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