El Obispado de Zamora considera que "lo más razonable" es mantener cerrados los templos

Teniendo en cuenta el desajuste que existe entre los pueblos de una zona de salud y los asignados a los sacerdotes.

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El Obispado de Zamora ha lanzado un comunicado a todos sus sacerdotes hablando sobre la situación actual con el comienzo de la desescalada. Desde la institución señalan que "lo más razonable es mantener cerrados los templos". Un punto de vista basado en el "desajuste que existe entre los pueblos de una zona de salud y los asignados a los sacerdotes". 

A continuación, el comunicado completo escrito por José Francisco Matías, administrador diocesano:

Perdonad la demora en enviar el comunicado que se ofrecía cuando recibisteis las indicaciones de la Conferencia Episcopal Española; pero, sin noticias sanitarias confirmadas, no me parecía procedente el tomar decisiones que necesitasen correcciones al momento.

Conocemos que es el Ministerio de Sanidad, con las propuestas presentadas por las distintas comunidades autónomas, quien decide cuándo pasar de una a otra fase de la ‘desescalada’; y que, en la nuestra de Castilla y León, se ha propuesto que sea por zonas de salud.

Ayer, a última hora de la tarde, el Ministro de Sanidad informaba que, en lo que corresponde a nuestra Diócesis, las zonas de salud de Tierra de Alba (Carbajales y 15 pueblos más, uno de la Diócesis de Astorga), Aliste (55 pueblos), Tierra de Campos-Villalpando (17 pueblos), Tábara (23 pueblos, tres de nuestra Diócesis) y Corrales del Vino (17 pueblos) pasan de la Fase 0 a la Fase 1; por tanto, con la posibilidad de abrir ya los templos con 1/3 del aforo. 

Valorando la decisión tomada por la autoridad sanitaria en relación al número de fieles de nuestra Diócesis que pasarán a la Fase 1, teniendo en cuenta el desajuste que existe entre los pueblos de una zona de salud y los asignados a los sacerdotes, con la complejidad que entraña el realizar la tarea pastoral en esas circunstancias, y consultado el Colegio de Consultores, he creído conveniente que lo más razonable es mantener cerrados todos los templos y seguir ofreciendo y realizando la acción pastoral de la misma forma que se ha llevado a cabo durante el confinamiento, en la espera de decisiones gubernamentales-sanitarias que, a pesar de las dificultades que su puesta en práctica pueda entrañar, alumbren caminos que favorezcan cierta uniformidad. Pienso, por tanto, que razones de prudencia pastoral y vivencia del aspecto comunitario desaconsejan, en este momento, la apertura de los templos en esos pueblos el próximo lunes. 

En función de los cambios que se vayan produciendo por parte de las autoridades sanitarias, se indicará cómo proceder.

Sí debemos ir preparando, si es que no lo hemos hecho ya, según las instrucciones dadas por la autoridad civil y la Conferencia Episcopal, los espacios donde realizamos la actividad pastoral (distancias, aforo, medidas higiénicas, …) y, también, personas que estén dispuestas a colaborar para poder llevarla a cabo.

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