Ocho de cada diez mayores tienen problemas de visión: la detección precoz puede cambiarles la vida

La salud visual se convierte en una prioridad a partir de los 60 años. Según datos de la Fundación Salud Visual (FUNSAVI), 8 de cada 10 personas mayores sufren problemas oculares o visuales, lo que incrementa el riesgo de caídas, aislamiento y pérdida de autonomía. Frente a este escenario, el Colegio de Ópticos-Optometristas de Castilla y León (COOCYL) ha intensificado su campaña La Salud Visual en las distintas etapas de la vida, poniendo el foco en el envejecimiento.

La iniciativa resalta la importancia de detectar a tiempo enfermedades como las cataratas, el glaucoma, la degeneración macular o la retinopatía diabética, patologías que pueden derivar en pérdida severa de visión o ceguera si no se tratan a tiempo. “Cuanto antes se detecten y se traten, más probable es conservar la visión”, subraya la vicedecana de COOCYL, Ana Belén Cisneros.

Enfermedades visuales más comunes en mayores

Entre las patologías más prevalentes, la degeneración macular asociada a la edad (DMAE) provoca pérdida de visión central y dificulta tareas cotidianas como leer, conducir o reconocer rostros. Las cataratas, que afectan a más del 50% de los mayores de 70 años, causan visión borrosa, cambios en la percepción del color o sensibilidad a la luz.

La retinopatía diabética, principal causa de pérdida visual irreversible entre los 50 y 70 años en países desarrollados, y el glaucoma, que ya afecta al 3% de la población española, son otras amenazas silenciosas. El ojo seco, también frecuente con la edad, se manifiesta con escozor, sensación de arenilla y visión fluctuante.

“Todas estas alteraciones suponen un obstáculo añadido para los mayores y aumentan su exposición a accidentes”, advierte Cisneros, que recomienda prestar atención a cualquier señal de alarma y acudir a revisiones periódicas con el óptico-optometrista.

Prevención y hábitos saludables

Además del control profesional, la campaña ofrece consejos para prevenir o retardar el deterioro ocular:

• Dieta rica en frutas y verduras (brócoli, naranjas, col rizada) por su aporte en luteína, zeaxantina y vitaminas C y E.
• Uso habitual de gafas de sol .
• Descansos visuales regulares al leer.
• Control de la presión arterial , que también puede afectar a los ojos.

“A medida que envejecemos, la graduación puede cambiar y, si no se corrige, puede generar un estrés visual innecesario”, insiste la experta.

Apoyo para personas con baja visión

La baja visión —que afecta a más de dos millones de personas en España— se da principalmente en mayores, aunque puede tener otros orígenes. Estos pacientes requieren ayudas ópticas específicas y rehabilitación personalizada.

Los gabinetes especializados ofrecen desde lupas montadas en gafas o diademas, hasta telescopios y sistemas de ampliación de vídeo, adaptados a las tareas del día a día. “El objetivo es recuperar la independencia y mejorar la calidad de vida de quienes viven con baja visión”, concluye COOCYL.