El Papa Francisco sondea una fecha fija para todas las Semanas Santas venideras: ¿Afectará a Zamora esta decisión?

La coincidencia para el 2025 de la Semana Santa Católica con la Semana Santa Ortodoxa vislumbra una opción para el Pontífice de unificar la Pasión la segunda o tercera semana de abril de cada año

Recorrido procesional de La Borriquita en esta Semana Santa de 2024. Foto: Víctor Garrido.
Recorrido procesional de La Borriquita en esta Semana Santa de 2024. Foto: Víctor Garrido.

¿Alguien se imagina que la Semana Santa de 2024 haya sido la última que se establezca en base al calendario lunar como viene siendo habitual? Después de las palabras del Papa Francisco y la idea que surgió, allá por el 2015, de tener una fecha fija para cada año, esta propuesta ha cogido más protagonismo y puede cambiar el paradigma para siempre tal y como lo conocemos.

El Primer Concilio de Nicea, celebrado en mayo del año 325 d.C. y cuyo 700 aniversario se cumplirá el próximo año 2025, acordó que la Pascua se debería celebrar justo el domingo siguiente a la primera luna llena tras el equinoccio de primavera. Unas fechas que se llevan cumpliendo anualidad tras anualidad y que cambiarían por “motivos de unidad” para la segunda o tercera semana de abril.

Una idea que el Papa Francisco, según relata ACI Prensa, agencia católica de noticias, va ligada a “eliminar la incertidumbre” que se genera cada año sobre su fecha y en aras de programar un evento fijo que genere un gran impacto en la economía global. Eso sí, siempre y cuando genere unidad entre los miembros de la Iglesia Católica.

“Habrá posiciones personales de todo tipo, pero, desde luego, aportaría mayor equilibrio a la vida social y a la fe no le supondría mayor problema el cambio”.

Sobre este tema se ha preguntado tanto a la Junta Pro-Semana Santa de Zamora, que no se ha aventurado a pronunciarse, como a la Diócesis de Zamora, que afirman no haber abierto ningún debate al respecto: “Se tendría que normativizar desde Roma. No es una cuestión de dogma, sino de práctica y tradición; es decir, que no afecta a la verdad de la fe”, remarcan.

Aun así, por supuesto, albergará diferentes opiniones: “Habrá posiciones personales de todo tipo, pero, desde luego, aportaría mayor equilibrio a la vida social y a la fe no le supondría mayor problema el cambio”, concluyen.

Sin duda, un asunto controversial desde un primer momento, ya que cambiaría las fechas hasta del Carnaval o La Hiniesta, que dependen de la Semana Santa, pero que ha vuelto a ponerse encima de la mesa tras coincidir el próximo año 2025, concretamente desde el 13 y hasta el 20 de abril, la Semana Santa Católica con la Semana Santa Ortodoxa.

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