Piden test de detección y mayor protección para la prisión de Topas tras darse seis positivos en trabajadores

Comisiones Obreras ha pedido a la Consejería de Sanidad que envíe test rápidos al centro penitenciario de Topas, en Salamanca, y ha insistido en la necesidad de adoptar medidas de protección para los trabajadores de la prisión.

La UME durante la desinfección de la cárcel de Topas
La UME durante la desinfección de la cárcel de Topas

"El principal vector de contagio y transmisión del virus al interior de las prisiones es su personal, por eso tenemos que seguir incrementando las medidas preventivas y de protección frente al COVID-19. Necesitamos test rápidos para detectar precozmente el virus e investigar posibles brotes epidémicos", ha advertido el sindicato a través de un comunicado.

Según los datos facilitados por CCOO, seis trabajadores de la prisión han dado positivo, 40 están o han estado en cuarentena domiciliaria y, por el momento, no hay ningún interno que haya manifestado síntomas compatibles con el coronavirus "aunque podría haber asintomáticos portadores del virus".

"Hasta ahora los trabajadores penitenciarios que finalizan la cuarentena se tienen que reincorporar al servicio sin que se les haya hecho una prueba que confirme el resultado negativo. A pesar de que somos un servicio público esencial y de que las prisiones han sido consideradas sectores prioritarios para utilizar test rápidos por el Ministerio de Sanidad, la realidad es que no llegan", ha continuado.

A esto añaden que el acceso a las pruebas mediante la técnica PCR está restringido al personal que exclusivamente presente síntomas de infección respiratoria aguda o neumonía bilateral intersticial y tenga contacto directo con la población reclusa.

Para CCOO en Salamanca, la "mayor preocupación" de la organización sindical es que "las prisiones se conviertan en reservorios del COVID-19 y que pueda repetirse la dramática situación de las residencias de ancianos".

"Las prisiones son espacios vulnerables que cuentan con unas plantillas envejecidas y con patologías base y porque la población reclusa es de riesgo por padecer inmunodepresión adquirida y enfermedades graves como el VIH, la hepatitis, cáncer, etcétera", ha continuado.

El sindicato explica que la plantilla de la prisión de Topas es una de las más envejecidas ya que la media de edad está en los 56 años y hay trabajadores con patologías base consideradas por el Ministerio de Sanidad como de riesgo "que continúan trabajando expuestos a este virus que es letal entre los vulnerables, a pesar de las recomendaciones del Gobierno y Autoridades Sanitarias de quedarse en casa preferentemente hasta que se controle la pandemia".

"Mientras que en el resto de la Administración General del Estado los empleados públicos especialmente vulnerables están aislados en su domicilio, Instituciones Penitenciarias les tiene trabajando y sin una protección específica", ha aseverado en el comunicado.

Por último, el sindicato ha puesto en valor la labor del personal penitenciario que, además de gestionar la emergencia sanitaria, también tiene que garantizar la seguridad y reinserción de las personas privadas de libertad "en un contexto de restricciones en derechos sin precedentes en la historia de las prisiones".

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