Polémica en Zamora por el supuesto uso institucional de una marca registrada sin permiso

José Antonio Parro, creador del símbolo Z❤️A —registrado oficialmente en la Oficina Española de Patentes y Marcas desde hace más de dos décadas— ha iniciado una cruzada pública contra lo que considera una apropiación indebida de su marca por parte de Zamora10, una plataforma impulsada por el Ayuntamiento, la Diputación y la Caja Rural, entre otras entidades.

El conflicto ha cobrado fuerza tras el lanzamiento de la nueva marca institucional “Zamora Enamora”, presentada como imagen oficial para proyectar la provincia al exterior. La propuesta, elegida por unanimidad en un concurso organizado por Zamora10, fue desarrollada por Ramón Abril Aparicio (Erre que Erre) y destaca precisamente por enfatizar el concepto de amor en su mensaje y en su diseño gráfico. El símbolo elegido por las instituciones guarda un notable parecido con el distintivo Z❤️A que Parro registró en 2001, lo que ha motivado su denuncia pública.

El jurado del certamen, presidido por el publicista Lluis Bassat, justificó su elección por el “slogan imbatible” y el potencial emocional de la propuesta. Cerca de 60 diseños fueron presentados desde diversos puntos de España y del extranjero, y el fallo incluyó dos accésits para finalistas. Sin embargo, Parro alega que su marca fue ignorada deliberadamente, pese a haber sido ofrecida a las mismas instituciones años atrás.

El pasado miércoles 4 de junio, mientras realizaba una acción informativa en la vía pública, vendiendo simbólicamente pines con su diseño para recaudar fondos y sufragar costes legales, Parro fue interrumpido por la Policía Municipal, que le instó a detener la actividad al no contar con autorización. “No estaba cometiendo ningún delito. Solo defendía mi marca”, afirmó. “Pero en Zamora, al parecer, eso molesta”.

Silencio mediático y resistencia cívica

Parro denuncia también el silencio de la mayoría de los medios locales, que han evitado cubrir su caso, con la excepción de una única publicación. Ante esta falta de apoyo informativo, ha anunciado su intención de llevar la campaña a nivel nacional, contactando con medios estatales y organizaciones en defensa de la propiedad intelectual.

“No buscan solo silenciarme a mí: están ignorando el valor de la autoría y el derecho que nos asiste a todos los creadores”, sostiene. “Como Viriato resistió al imperio romano, yo seguiré defendiendo lo que es justo, aunque solo cuente con mi altavoz, unos carteles y mi palabra”.

Una marca, una identidad

Parro insiste en que su creación no es solo un logotipo, sino una idea y una identidad legalmente protegida. “Usurparla y silenciar al creador no solo es una injusticia: es una amenaza a la cultura democrática”, concluye.