Proponen bautizar un espacio o una calle de Zamora como Segundo Viloria, afamado arquitecto zamorano

Esta solicitud del Partido Popular será llevada a Pleno en forma de moción

Fachada del Mercado de Abastos de Zamora
Fachada del Mercado de Abastos de Zamora

El Partido Popular de Zamora llevará al Pleno del próximo martes una moción para solicitar que la ciudad de Zamora cuente con una calle o un espacio baho el nombre de Segundo Viloria. 

Segundo Viloria Escarda (Benavente, 1855-Zamora, 1923), fue el primer arquitecto titulado que trabajó en la Diputación Provincial de Zamora, además de ser también arquitecto Diocesano y Municipal. Es el artífice de una serie de inmuebles que aún forman parte del patrimonio arquitectónico de Zamora, siendo en la actualidad considerados como edificios "clásicos" y que, no obstante, en su momento, fueron verdaderos iconos del progreso por sus novedades arquitectónicas.

Por mencionar alguna de sus principales obras, cabe destacar en 1882 la construcción, tras un incendio, de las actuales arcadas de la Plaza Mayor, aún herederas del clasicismo imperante por aquellos años; en 1885, la red de saneamiento y alcantarillado de la ciudad (que sigue siendo un documento de consulta hoy día por parte de técnicos municipales y particulares); y en 1887 proyecta la escalera de la Puerta del Obispo de la Catedral.

Con el nacimiento de una burguesía industrial y de los negocios, le permite experimentar y aplicar sus ideas en obras como son: la casas de José Prieto (1884) en la plaza de Sagasta, José Cid (1902) en la calle de San Torcuato, hermanos Bobo en la de Benavente (1909), y la de Gabino Bobo (1916, actual Hotel Horus Zamora), para quien también traza un panteón en el cementerio municipal, y una fábrica de harinas (1907) en la Carretera de Villalpando.

Pero sin duda su obra más emblemática y notable será el Mercado de Abastos de Zamora, proyectado en 1902 e inaugurado, con grandes elogios de toda la población, dos años después, donde combina la arquitectura del hierro con la piedra y el ladrillo, planteando un edificio funcional, sin demasiadas concesiones decorativas, y brillantes soluciones arquitectónicas, como los grandes vanos acristalados de las fachadas. Todo un signo de modernidad y una apuesta arriesgada para una ciudad tan conservadora, pensado para sobrevivir al tiempo.

Desde el Partido Popular consideran fundamental llevar a cabo este homenaje en forma de calle o espacio en la ciudad que ensalce la figura tan importante que fue el arquitecto Segundo Viloria Escarda.

 

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