De un proyecto académico, a vestir a Lola Índigo: los diseños de una zamorana que aúnan moda y escultura a través de lo alternativo
Sara Mateos creó su estudio como parte de un proyecto académico y ha llegado a vestir a la estrella internacional y se muestra muy ambiciosa asegurando que "quiero me lleven todas"
Ambición, ideales, pero prudencia, trabajo y, sobre todo, talento son los faros que guían el camino de la zamorana Sara Mateos, creadora de Pringa. A sus 25 años, ha elaborado prendas para una estrella internacional como Lola Índigo y que lució encima de un escenario en su concierto en Chile. Si bien ella reconoce que aún está "en un momento muy inicial" de esta andadura, lo que está claro es que hay mimbres para que esta sea prolífica.
Según comenta a Zamora24horas, Pringa nace mientras ella cursaba sus estudios en Madrid en el doble grado de Diseño de Moda y Bellas Artes. "En las asignaturas de Colecciones I y Colecciones II tuvimos una profesora que estaba muy metida en el tema de la experimentación textil", comenta y añade que "fue cuando me di cuenta de que a mí me gustaba esa parte del mundo de la moda". No obstante, apunta que no quiere hablar de un proceso para llegar hasta aquí, pues "no considero que haya llegado a ninguna parte", insistiendo en la idea de que aún se encuentra en una fase inicial.
Seguir su propia intuición y "pasar de las opiniones de mis profesores" han sido también dos de las claves que favorecieron el nacimiento y desarrollo de Pringa. Si bien se considera una persona "muy privilegiada", gracias al "apoyo personal y económico de mis padres, que nunca me han puesto una dificultad y no creo que pudiese estar haciendo esto sin ellos", es consciente también de que no es un camino exento de óbices.
Y es que una de las mayores dificultades que se ha encontrado en su, por el momento, corta trayectoria en el mundo de la moda es la misoginia. "Es una industria en la que no esperas encontrarla", reconoce, pero "sigue estando ahí, y como tampoco te has visto expuesta nunca a ese tipo de misoginia antes, pues tampoco acabas de entender por dónde te viene". "A mi parecer son cosas que se ven estés en la industria en la que estés", lamenta.
Pese a ello, asegura que "no es que haya tenido claro siempre que este fuese mi camino, pero es que mi camino se abre va abriendo ante mí". En este sentido, insiste en lo casual de todo cuanto acontece y que son esas cosas las que determinan la próxima línea para seguir. "Las cosas me pasan de maneras inesperadas, como si me hubieran caído del cielo", explica y añade que "probablemente, en breve, me volverá a caer algo del cielo y que tenía que ser así".
Si por algo se caracterizan sus diseños, es por no dejar indiferente a nadie, mezclando disciplinas artísticas y siempre buscando vías alternativas para plasmar sus ideas. "Me inspiran las cosas extrañas, que tengan texturas como viscoso o pringoso, el no saber muy bien hacia dónde va a ir una cosa, me inspira también el drag..., me inspiran muchas cosas", relata. Todo ello, plasmado a través del "camino de la experimentación con materiales poco convencionales para generar texturas y volúmenes que a lo mejor no entran tanto dentro de códigos de lo que sería la moda".
Uno de sus grandes hitos es haber podido ver cómo personalidades del mundo de la música como Zahara o incluso Lola Índigo lucían sus diseños. La primera, en el videoclip de su tema '¿Esto era la vida?' y la segunda, sobre el escenario en un concierto en Chile. Si bien para Zahara fue una pieza de cesión, sí que explica que "para Lola Índigo lo hice específicamente para ella".
En este sentido, menciona que "siempre hace ilusión que me pidan ropa para gente que conozco o admiro, es una cosa que me da ánimos para seguir". No obstante, también confiesa que "a mí me da mucha presión y me agobio porque a veces pienso que va a estar cantando en el escenario y se va a romper algo", aunque insiste en que "hay que confiar cada uno en sus capacidades y pensar que todo va a salir bien".
Es pensando en esas capacidades como no se cierra puertas y mira hacia el futuro con prudencia, pero con ambición. "No me gusta elegir, quiero que me lleven todas", asegura sobre quién podría ser un sueño para ella poder llegar a vestir algún día. No obstante, apunta ir "pasito a pasito" y "sin adelantar acontecimientos". Lo que está claro es que Sara Mateos lleva la moda y la escultura dentro, y es capaz de unirlos en piezas únicas capaces de conquistar miradas y memorias.
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