¿Qué hace del tabaquismo una adicción tan compleja?

Según la OMS, más de 8 millones de personas fallecen cada año a causa del tabaco.

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Imagen de unos pulmones llenos de humo  OCU
Imagen de unos pulmones llenos de humo OCU

La nicotina es el principal componente del tabaco. Esta es una sustancia con gran capacidad adictiva. Cada vez que el fumador da una calada a su cigarrillo, la nicotina que inhala pasa directamente a su sangre, alcanza el sistema nervioso central y estimula la parte del cerebro responsable de regular nuestras sensaciones de placer. Por eso se produce esa sensación placentera que despierta el deseo de consumirlo una y otra vez.

¿Qué hace del tabaquismo una adicción tan compleja?

  • Por una parte, el consumo de tabaco acaba ocasionando dependencia físca  y tolerancia: la necesidad de consumir tabaco y en mayores cantidades cada vez.
  • Por otra, se convierte en un hábito de comportamiento aprendido: se asocia a las distintas situaciones y sensaciones que lo acompañan. Por ejemplo,al tomar café,  después de las comidas, de cañas con los amigos, cunado se siente estrés o ansiedad, etc. 

La buena noticia es que, afortunadamente, hoy día hay tratamientos con eficacia demostrada para dejar de fumar. Las guías actuales recomiendan un tratamiento que combine la psicoterapia y el tratamiento médico-farmacológico. Esta se ha revelado como la combinación más efectiva.

En cualquier caso, el éxito no reside solo en conseguir dejar de fumar, sino en mantener esa deshabituación tabáquica y prevenir las recaídas.

Con apoyo terapéutico, más posibilidades de éxito

El apoyo médico-farmacológico y psicoterapéutico aumenta considerablemente las posibilidades de éxito. Según la OMS, sólo el 4% de las personas que intentan dejar de fumar por su cuenta lo consiguen. Sin embargo, hasta el 60% de quienes lo hacen bajo un tratamiento combinado se mantienen abstinentes un año después de finalizar el tratamiento. 

sin tabaco

Tratamiento psicológico para dejar de fumar

Entre las opciones psicoterapéuticas disponibles, la psicoterapia cognitivo-conductual es la que acumula mayor evidencia en la intervención sobre tabaquismo, más en formato grupal. Su objetivo es potenciar la motivación para dejar el tabaco y mantener esa abstinencia en el largo plazo.

Los pilares fundamentales del tratamiento son:

  • Abordar los motivos y miedos que se pueda tener para dejar de fumar.
  • Aprender a gestionar emociones, estrés y ansiedad especialmente.
  • Abordar los sesgos cognitivos o ideas distorsionadas en relación con el tabaco (“no es tan malo”, “qué más da, si no lo voy a conseguir”, etc.).
  • Adquirir habilidades de solución de problemas y de relajación.
  • Fomentar hábitos de vida saludable y rutinas diarias al margen del tabaco.
  • Prevenir recaídas anticipando situaciones de riesgo para aprender a afrontarlos sin necesidad de recurrir al tabaco (vacaciones, celebraciones, conflictos 

Tratamientos farmacológicos para dejar de fumar

Entre las opciones farmacológicas disponibles, sobresalen tres por la evidencia disponible sobre su eficacia: la Vareniclina, los Tratamientos Sustitutivos de Nicotina, y el Bupropión. Cada caso debe evaluarlo un médico para adecuar el tratamiento a sus circunstancias.

Vareniclina (Champix)

La vareniclina es un medicamento que alivia los síntomas de la abstinencia y reduce el placer asociado a fumar. En España se comercializa bajo el nombre de Champix, y es necesaria una receta médica para obtenerlo.

  • En qué consiste el tratamiento. La vareniclina es la primera opción de tratamiento farmacológico para la deshabituación tabáquica. La ingesta de Champix se inicia cuando aún se fuma, aumentando progresivamente la dosis hasta ingerir dos pastillas diarias de 1 mg.
  • Efectos adversos. Náuseas, sequedad de boca, alteración del sueño (insomnio y sueños anormales), y puede afectar a la capacidad de conducción.
  • Posibles riesgos. Debe suspenderse de inmediato el tratamiento con Champix si la persona experimenta ideas relacionadas con el suicidio. Y debe usarse con precaución en pacientes con enfermedades psiquiátricas subyacentes.

Sin embargo, desde hace un año Champix no está disponible en España porque se detectó la presencia de niveles excesivos de una nitrosamina, la N-nitrosovareniclina, una impureza que, a altos niveles y durante una exposición prolongada, aumenta el riesgo de cáncer. Champix no se encontrará nuevamente disponible en las farmacias españolas hasta que la compañía retome su suministro cumpliendo con los límites fijados por la Unión Europea para la presencia de nitrosaminas en medicamentos.

Sustitutivos de nicotina 

Estos productos, como su nombre indica, sustituyen la nicotina inhalada con los cigarrillos para reducir los síntomas de abstinencia. Hay distintos formatos disponibles: chicles, caramelos, inhaladores y, sobre todo, los parches. Los parches requieren receta médica.

  • En qué consiste el tratamiento. Los parches son una especie de tirita que se adhiere a la piel en cualquier parte del tronco, brazo o cadera (sobre piel sana, limpia y seca, mejor sin vello), que libera nicotina. Son de distinta duración, la dosis se va reduciendo hasta llegar a cero.
  • Efectos adversos. Pueden casusar molestias gastrointestinales, dolor de cabeza, irritación local de la piel donde se ha colocado el parche.
  • Posibles riesgos. Hay que tener precaución si se tiene una enfermedad cardiovascular. No se deben superar los seis meses de tratamiento y hay que mantenerse abstinente durante el tratamiento por el riesgo de reacciones adversas. Tampoco se debe combinar el uso de parches con chicles u otros tratamientos.

Bupropión (Zyntabac)

Es un medicamento que alivia el síndrome de abstinencia a la par que reduce el placer de fumar. En España se comercializa bajo el nombre de Zyntabac, pero suele ser la tercera línea de tratamiento por detrás de vareniclina y los sustitutivos de nicotina. Se requiere receta médica para su compra.

  • En qué consiste el tratamiento. Se inicia cuando la persona aún fuma, aumentando la dosis hasta tomar dos pastillas de liberación prolongada de 150 mg.
  • Efectos adversos. Insomnio, temblores, dolor de cabeza, depresión o ansiedad, entre otros.
  • Posibles riesgos. La dosis diaria no puede superar los 300 mg, porque puede haber riesgo de convulsiones.  Está contraindicado en personas con predisposición a convulsiones. También hay que tener especial precaución con personas mayores y personas con insuficiencia renal o disfunción hepática.

cigarro no

Asistencia sanitaria contra el tabaco, insuficiente

El tabaquismo es un problema de salud pública de primer orden. Se ha avanzado mucho en algunos campos, y se reconoce la eficacia de abordar un tratamiento combinado para la deshabituación tabáquica (un 60% de los que lo han seguido han dejado de fumar y siguen sin fumar pasado un año). Pero a pesar de estos buenos datos, la política sanitaria sobre tabaquismo está prácticamente paralizada.

  • El nuevo Plan Integral de Prevención del Tabaquismo lleva años pendiente de su aprobación.
  • En la sanidad pública española solo contamos con 41 Unidades Especializadas en Tabaquismo (UET), según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR). Esta es una cifra claramente insuficiente: es necesario que haya más centros con profesionales sanitarios especializados.

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